Padres y docentes piden que el 21-D, día de las elecciones, «no haya clases»

Aumenta la intranquilidad en la comunidad educativa ante la indefinición de las administraciones respecto a qué pasará con las escuelas e institutos catalanes -que suelen ser sede electoral- el próximo 21 de diciembre, día hábil de clases y fecha en que se celebrarán las elecciones convocadas por el Gobierno en Cataluña.

El calendario escolar de este curso, aprobado por la Generalitat, marca que el último día de escuela antes de las vacaciones navideñas será el 22 de diciembre. Ahora, la coyuntura política marca elecciones justo un día antes. ¿Significa eso que las clases acabarán el 20 de diciembre? ¿Será el 21 un día inhábil y el 22 se celebrará el último día de clases? La respuesta a estas preguntas solo las tienen las administraciones, aunque todavía no las han hecho públicas.

Ni la Generalitat, ni el Gobierno, que ha tomado las riendas de la Consejería de Enseñanza en este mes de transición preelectoral en aplicación del artículo 155, tienen aún claro cómo resolverán la situación. Para los políticos es solo una pieza más que engranar, pero para las familias es un problema capital, dadas las complicacio- nes que puede suponer para conciliar «ese paro no programado» con la vida familiar.

Desde el sindicato Ustec-STEs, mayoritario en el sector educativo catalán, la solución es que el 21-D «no sea una jornada lectiva». «Por un lado, es una cuestión de seguridad de cara a los alumnos, y, por el otro, una cuestión de organización de los centros, ya que los profesores tienen cuatro horas para votar y eso, si la jornada fuera lectiva, sería muy complicado de gestionar», precisa en declaraciones a ABC Ramón Font, portavoz de Ustec-STEs. «Lo lógico es que sea un día en el que no haya clases pero que los profesores puedan acudir a los centros para hacer reuniones o adelantar trabajo en sus despachos», añade Font. La Federación de Enseñanza del sindicato Comisiones Obreras (CC. OO.) aboga por que «el día 21 de diciembre sea un día inhábil, que no tenga que recuperarse después».

«Los días antes del 23-D suelen ser días de mucha actividad. Se ultíman trabajos, preparan notas, actividades, etc...», recuerda Carles Abelló, portavoz de CC. OO., quien asegura que «esta indefinición de las administraciones afecta a la comunidad educativa porque los docentes desean planificar estos últimos días de clases antes de las vacaciones». Los padres también quieren que el 21-D no sea laborable con el fin de «garantizar que todo el mundo pueda ejercer su derecho a voto sin condiciones», según precisan a este diario fuentes de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Cataluña (Fapac).

Las mismas fuentes señalan, asimismo, la importancia de que la Administración se pronuncie al respecto «lo antes posible» para que las familias puedan organizarse. Fuentes de la Generalitat consultadas por este diario aseguran que aún no tienen una respuesta respecto a esta cuestión. Desde el Gobierno tampoco despejan la incógnita.