El PSC mantiene pactos con PDECat o ERC en una veintena de municipios

Bajo la excusa de las dinámicas propias de cada localidad, el PSC mantiene acuerdos con partidos que aspiran a romper España

EFE

DANIEL TERCERO

La política municipal siempre ha sido el pilar básico para el PSC, un espacio desde el que reivindicar las actuaciones de izquierdas y, además, durante lustros un dique de contención de las políticas nacionalistas de CiU, partido que durante 23 años dominó sin alternativa la Generalitat de Cataluña. Barcelona fue el buque insignia del PSC y su municipalismo; y, tras la travesía por el desierto durante los cuatros años del alcalde Xavier Trias (CiU), se recuperó para los socialistas gracias al pacto con Ada Colau, que este fin de semana rompieron los comunes.

En 1999, el PSC obtuvo el 37 por ciento de los votos en las elecciones municipales. En 2015, el 17 por ciento y apenas el apoyo de poco más de medio millón de catalanes. Las últimas municipales le retornaron solo 66 alcaldías. Así, los pactos municipales de gobierno de los socialistas dejaron el eje izquierda-derecha para priorizar las coyunturas locales .

En Cataluña, la tensión política creada por la reivindicación independentista está rompiendo algunos de los pactos que se fraguaron tras 2015, pero se mantienen, en el caso del PSC, más de una veintena de acuerdos de gobierno con el PDECat o con ERC.

Tomadas al pie de la letra las palabras que estos días reiteran Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Miquel Iceta, primer secretario del PSC, en relación a que los socialistas no harán presidente de la Generalitat «ni a Puigdemont ni a Junqueras» tras el 21-D, servirían para replantear algunos de los pactos firmados por el PSC con el PDECat y ERC a nivel local.

Buch y Lloveras

Los dos casos más significativos son los que se dan en Premiá de Mar (Barcelona) y Vilanova i la Geltrú (Barcelona), cuyos alcaldes son Miquel Buch y Neus Lloveras, ambos del PDECat, presidentes de la Associació Catalana de Municipis (ACM) y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), respectivamente, entidades cuyo principal objetivo es conseguir la secesión de Cataluña, e investigados por malversación, desobediencia y prevaricación.

Tanto Buch como Lloveras gobiernan con el PSC. Y lo hacen sin que la suma del PDECat y el PSC sea mayoría absoluta: nueve de veintiún concejales, en Premiá; y nueve de veinticinco, en Vilanova. Tras el referéndum ilegal del 1-O, Lloveras anunció que estudiaba la posibilidad de romper el acuerdo con el PSC . De momento, la coalición sigue en pie.

De igual manera, el PSC forma gobierno y sostiene a otros alcaldes del PDECat. Es el caso de Vilafranca del Penedés (Barcelona), cuyo alcalde es Pere Regull, con mayoría absoluta gracias al PSC: doce de veintiún ediles. En esta localidad, ERC y la CUP (seis concejales) han presionado a Regull para que cambie de socio de gobierno, pero los cuatro ediles socialistas ni se plantean dejar en minoría al alcalde, ni este está incómodo con un PSC local que no le impide ejercer de secesionista.

Montserrat Candini es la alcaldesa de Calella (Barcelona). Exsenadora y diputada autonómica del PDECat, partido que tiene ocho concejales, que sumados a los dos del PSC hacen la mayoría para gobernar la ciudad con tranquilidad. Candini fue uno de los alcaldes que pidió a los policías alojados en hoteles –destinados para el 1-O– que dejaran la localidad .

Alcaldes del PSC

Esta situación de gobierno PDECat-PSC, con alcalde independentista, se da, también, en Calonge (Gerona), Lloret de Mar (Gerona), Playa de Aro (Gerona), Llançá (Gerona) y Salou (Tarragona). Y formando gobierno con ERC y alcalde de esta formación, en La Roca del Vallés (Barcelona), Begur (Gerona), Torredembarra (Tarragona), Cambrils (Tarragona) y La Selva del Camp (Tarragona).

Dentro de esta geometría variable, el PSC también saca rédito pactando con los secesionistas si es para gestionar la alcaldía bajo mando socialista. Esta «ayuda» al PSC le llega, sobre todo, en el área metropolitana de Barcelona , zona casi vedada para el PDECat y ERC –como en Santa Coloma de Gramanet, donde no tienen representación municipal–, por lo que no son rival para el PSC y sus exiguos resultados (uno o dos concejales) complementan la mayoría.

Así ocurre en Castelldefels, Sant Just Desvern y Sant Esteve Sesrovires, en Barcelona; y en El Vendrell, Olivella y Santa Oliva, en Tarragona. Caso al margen es Sant Joan Despí, donde el socialista Antoni Poveda obtuvo mayoría absoluta en 2015 pero incluyó en su gobierno a ICV y el PDECat.

Calonge, con el PP

Al margen de todos queda Sant Feliu de Guíxols (Gerona), donde ERC y el PSC mantienen a un alcalde de los comunes tras un pacto de gobierno tripartito. Y el caso más exótico se da en Calonge, donde el acuerdo de gobierno, además de PSC y el PDECat, incluye a un edil del PP.

De esta forma, el PSC demuestra cada día que sabe pactar y gobernar con las formaciones secesionistas , incluso en el momento de mayor tensión política. Tras las elecciones del 21-D el PSC, es decir Iceta y Sánchez, podrían tener que elegir si ir de la mano de ERC en la Generalitat.

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