Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al día

Luis Enrique y Munté, o un borde en cada esquina

Vivimos en una Cataluña tan desarrapada ética, estética y legalmente, que hasta el estrafalario Gabriel Rufián parece ya el Winston Churchill del luga

Oti Rodríguez Marchante
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El asunto a discutir durante las últimas horas en Barcelona es “la educación”, o sea, la mala, la rendición y entrega de esas llaves que sí parecían identitarias del llamado “seny”. Aunque no es literariamente elogioso poner en español dos infinitivos juntos, la expresión “saber estar” no es fácil mejorarla, y desde luego, en Cataluña últimamente, lo que no es fácil es empeorarla. Veo las imágenes del entrenador del Barça, Luis Enrique, frente al micrófono de TV3 y no hay manera de juntar esos dos infinitivos sin colocar una negación delante de alguno (no saber estar o saber no estar), y escucho las declaraciones de Neus Munté, consejera de la Presidencia, sobre los graves insultos a la Fiscal Jefe de Barcelona, Ana Magaldi, por parte de unos energúmenos, y deduzco que con una botella de vinagre en casa no voy a tener suficiente.

Dice Ana Magaldi: “A mis 64 años de vida no había visto reflejado tanto odio en las miradas de esas personas”, a lo cual Munté encuentra una educada justificación: “los insultos los recibimos todos”…, que es algo así como una declaración de los nuevos principios democráticos: todos insultan y todos reciben insultos, ¿qué hay de raro en ello? Y mientras reflexionamos sobre los principios educativos del proceso y del libertinaje de expresión, vemos que aún hay cierta sensibilidad en TV3, que ha descubierto, por fin, la mala educación ambiental y general en el comportamiento de Luis Enrique, un tipo que ya llegó con más bordes que un Mondrián, y que hace suya la frase de Philip Marlowe en “El sueño eterno”: “No me gustan sus modales”, le dicen, y contesta: “A mí tampoco los suyos, y no he pedido esta entrevista. A mí tampoco me gustan mis modales, me hacen llorar las noches de invierno y me importa tanto que le molesten a usted como que se tome la sopa con tenedor”… Igual es el principio de “algo” en TV3, porque esa falta de “seny”, una vez descubierta, tal vez los lleva a plantearse ese derrapaje a barbecho que tanto les ilusiona y alientan. Vivimos en una Cataluña tan desarrapada ética, estética y legalmente, que hasta el estrafalario (política y argu”mentalmente”) Gabriel Rufián parece ya el Winston Churchill del lugar, que con un par de kilos y una chistera, lo clava.

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