Joan López - Tribuna Abierta

¿Habrá en Cataluña un PSC y un PSOE?

Quizás la angustia de los socialistas catalanes sea comprensible. Su misma supervivencia es, a día de hoy, casi milagrosa

Joan López
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Núria Parlon y Miquel Iceta, que están compitiendo muy civilizadamente por la Secretaria General del PSC están de acuerdo en una cosa: de ninguna manera se puede votar a Rajoy o facilitar su investidura como Presidente del Gobierno con una abstención del grupo parlamentario del PSOE.

En cambio el presidente de la gestora socialista, el asturiano Javier Fernández, ha manifestado su predisposición a hablar con Rajoy pero no con los independentistas. Asimismo desde el PSOE han dicho que los diputados socialistas, sea cual fuera, la decisión que se adopte en una hipotética nueva sesión de investidura no tendrán libertad de voto.

Así las cosas, Parlon anunció ayer que hay que replantearse el protocolo de relaciones entre el PSC y el PSOE vigente desde 1978.

O sea, que el PSC quiere ser PSOE cuando convenga, y cuando no convenga ser solo PSC.

Quizás la angustia de los socialistas catalanes sea comprensible. Su misma supervivencia es, a día de hoy, casi milagrosa, viven en un emparedado entre En Comú Podem, que en Cataluña es más fuerte que en ningún otro lugar de España y Cs, que también aquí es más fuerte que en ninguna otra Comunidad Autónoma.

Parlon también ha afirmado que en el futuro es posible un acuerdo de PSC con En Comú Podem y ERC para constituir un nuevo tripartito en Catalunya.

En este estado de cosas no parece posible que el PSC pueda encajar dentro del PSOE. Los barones, los cuadros y, sobre todo, muchos de los votantes del PSOE en muchos lugares de España, también en Catalunya –por eso el PSC ha cedido tanto voto a Cs- no están dispuestos al flirteo del PSC con el separatismo en nombre de parar los pies a la derecha.

Si el PSC se va a alinear en el Congreso con Podemos y en el Parlament con ERC el PSOE se verá en la disyuntiva de o bien acelerar su caída, aún más, en toda España o bien retirar la franquicia al PSC.

Se admiten apuestas sobre quien sacaría más votos aunque las escisiones nacionalistas que el PSC ha sufrido hasta ahora nos dan una pista de quien se llevaría el gato al agua.

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