Un estudio pionero determinará el riesgo de sufrir demencia en 5 años cuando hay pérdida de memoria

La investigación, basada en una muestra de 400 personas y única en el mundo, generará conocimiento que se pondrá en manos de las autoridades sanitarias para poder desplegar políticas de prevención de la enfermedad

Las resonancias magnéticas revelan si hay indicios de la enfermedad en el cerebro ABC

E. ARMORA

Si has olvidado la contraseña del teléfono móvil, probablemente sea solo un descuido fruto del estrés, aunque, en algunos casos, puede ser un indicio de que tu capacidad cognitiva se está deteriorando. La Fundación Pasqual Maragall ha iniciado un estudio, único en el mundo, que pretende, precisamente, analizar el riesgo que tienen las personas con fallos subjetivos de memoria de padecer una demencia en los próximos cinco años.

La investigación servirá en última instancia, según precisan sus impulsores de la Fundación Pasqual Maragall, para validar «herramientas de prevención» de las que pueda beneficiarse el sistema público de salud, que hasta ahora cubre parte asistencial cuando hay manifestación clínica de la enfemedad pero no ha desplegado políticas preventivas en este tipo de dolencias. «Nuestra aspiración con este proyecto de investigación es demostrar la validez de este sistema para detectar el riesgo y, si finalmente obtiene esa validez, ofrecerlo a las autoridades sanitarias para que puedan tener instrumentos eficientes para avanzarse a la enfermedad», afirma el director de la Fundación Pasqual Maragall, Jordi Camí.

«Actualmente, hay un vacío en la prevención y abordaje del riesgo de demencia en el sistema sanitario por eso buscamos generar conocimiento objetivo que se pueda utilizar», precisa el director científico del Programa de Prevención del Alzhéimer que impulsa la Fundación, José Luis Molinuevo.

Tres años de duración

El estudio, que tendrá una duración de tres años, se basará en una muestra de 400 personas y el requisito básico para participar será doble; tener entre 60 y 80 años y haber percibido pérdida subjetiva de memoria. Los aspirantes no deberán, asimismo, tener contraindicada la realización de una resonancia magnética, tener un diagnóstico previo de demencia o haber participado en otra investigación relacionada con la memoria o la cognición, según precisan fuentes de la Fundación.

La investigación se desplegará en dos fases. En una primera, los participantes deberán responder un cuestionario al que accederán a través de la página web (www.prevenciondemencia.org) y que evaluará su idoneidad para participar en el estudio. El cuestionario lleva incluido un algoritmo que tiene en cuenta los factores de riesgo que conducen a desarrollar la enfermedad, lo que «hará que funcione como un primer filtro de selección», según afirma Molinuevo.

Los voluntarios seleccionados recibirán una n otificación por correo electrónico y se les emplazará a ser visitados por un neurólogo en las instalaciones del Barcelonaßeta Brain Research Center, centro de referencia internacional en la prevención del alzhéimer vinculado a la Fundación Pasqual Maragall, donde también se les realizarán pruebas cognitivas, de neuroimagen y genéticas.

Plan de acción personalizado

A partir de la información recogida en estas pruebas se aplicará un algoritmo que indicará el porcentaje de riesgo estimado de sufrir demencia en los próximos cinco años, y se ofrecerá a los participantes un plan de acción personalizado con estrategias para mejorar su salud cerebral y reducir el riesgo de sufrir demencia.

En el marco de la investigación, a las personas con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad se les brindará también la posibilidad de participar en estudios específicos y ensayos clínicos de prevención de la patología.

Posible impacto emocional

El proyecto también estudiará el efecto que puede tener el hecho de revelar individualmente este porcentaje de riesgo y su posible impacto emocional, así como los beneficios que puedan derivarse de la inclusión y participación en el estudio. «Partimos de la base de que no habrá impacto emocional, aunque estamos preparados también para que lo haya«, indica el doctor Molinuevo.

Por otro lado, Comí y Molinuevo insisten en la necesidad de destacar que «el término riesgo supone una probabilidad, no una certeza. Del mismo modo que nadie está exento de la posibilidad de sufrir demencia, tampoco se puede garantizar al cien por cien que alguien la sufrirá».

«Cada vez hay más evidencias científicas que apuntan que la posibilidad de sufrir demencia aumenta o disminuye en función de la combinación de diferentes factores de riesgo , entre los que hay algunos no modificables -como la edad y la genética-, y otros modificables -como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol, el tabaquismo y el sobrepeso, por ejemplo-», señalan los responsables de la investigación.

Una estrategia «más rentable»

Camí subraya, por su parte, la importancia de validar este nuevos instrumento ante el actual envejecimiento de la población y la prevalencia de la demencia. «Para las autoridades sanitarias siempre será mucho más rentable apoyar herramientas de prevención que pagar y asumir el problema cuando ya está establecido», añade Camí.

Cada tres segundos se produce un caso de demencia en todo el mundo. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud hay más de 50 millones de personas con demencia en el mundo, en la mayoría de los casos se trata de la enfermedad de Alzheimer. Si no se encuentra un tratamiento efectivo, se prevé que en el 2050 el total de afectados se triplique, llegando a niveles epidémicos.

Se calcula que en estos momentos, el 10 por ciento de los mayores de 65 años y un tercio de las personas que tienen 85 años o más padecen algún tipo de demencia.

Diez años de investigación

Diez años después de su creación, la Fundación Pasqual Maragall cuenta con un centro de investigación, el Barcelonaßeta Brain Research Center , donde trabajan más de 50 investigadores y profesionales en proyectos para avanzar en la detección precoz y la prevención de esta enfermedad. Gracias al apoyo de la Fundación Bancaria La Caixa , el centro dispone de una cohorte formada por 2.700 voluntarios sanos, el estudio Alfa, que participan en sus estudios de investigación para la prevención del alzhéimer.

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