Una tienda en rebajas, ayer en Madrid
Una tienda en rebajas, ayer en Madrid - MAYA BALANYA

Compradores compulsivos: mujeres, en su mayoría con otras alteraciones patológicas

El Hospital de Bellvitge presenta un estudio que arroja nuevos conocimientos sobre este trastorno y establece tres subtipos de personas que lo padecen

Barcelona Actualizado: Guardar
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La compra compulsiva, un trastorno que afecta a entre el 6 y el 7 por ciento de la población, se asocia en el imaginario colectivo al perfil de mujer adicta al mundo de la moda. Sin embargo, la realidad es más compleja, y pueden también compararse a otras adicciones patológicas comportamentales, como al sexo, a las nuevas tecnología o la ludopatía. Así lo concluyen una serie de tres estudios elaborados por el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), que han aportado nuevos conocimientos sobre una patología todavía poco investigada a partir de una muestra de 3.300 pacientes tratados en el centro entre 2005 y 2015.

Si bien esta cantidad de casos indican que los compradores compulsivos son en su mayoría mujeres con un nivel más elevado de psicopatología, los estudios del HUB establecen por primera vez tres subtipos de personas que sufren el trastorno.

De ellos, uno está formado mayoritariamente por hombres y dos por mujeres.

Por un lado, la subclase integrada por varones presentan una elevada relación con el juego patológico y bajos niveles de dependencia a la recompensa social. Respecto al caso de las mujeres, en uno de los subtipos el trastorno aparece de manera más tardía y las afectadas cuentan con estudios, están activas en el mundo laboral y no muestran rasgos de personalidad desadaptativos. En el otro, la aparición del trastorno es precoz, hay una alta disfuncionalidad (problemas con el estudio y el trabajo), y la personalidad muestra altos niveles de evitación al daño y una baja autodirección.

En este sentido, las causas de la enfermedad son diversas, y en ella intervienen factores neurobiológicos, psicológicos y sociales de distinta índole, según asegura la doctora Susana Jiménez, responsable de la Unidad de de Juego Patológico y Otras Adicciones del HUB, que ha llevado a cabo los estudios. «La compra compulsiva presenta una elevada comorbilidad con trastornos del humor, de la ansiedad, alimentarios, obsesivo-compulsivos y por usos de sustancias», explica.

Respecto a la respuesta al tratamiento de esta patología, otro de los objetos del estudio, los informes desprenden que en un 28 por ciento de los casos hubo un mal cumplimiento de las pautas, en un 52 se mostraron totalmente abstinentes de episodios de compra durante el tratamiento y en un 53 por ciento se finalizó el tratamiento con éxito tras doce sesiones, una cifra similar al resto de resultados publicados a nivel internacional. Los indicadores de mal pronóstico fueron en esencia el hecho de ser hombre, presentar síntomas depresivos, tener altos niveles obsesivo-compulsivos y mostrar rasgos de personalidad caracterizados por la persistencia, la evitación al daño y el materialismo.

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