La CUP mantiene su veto a los presupuestos y deja en vilo el «procés»

En la víspera del pleno del Parlament, la CUP se reafirma en su enmienda a la totalidad

Barcelona Actualizado: Guardar
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Si hay que dar por bueno el augurio que hizo la semana pasada el presidente de la Generalitat, el «procés» secesionista catalán ha quedado destruido por la CUP, aunque este lo negaba incluso ayer. En la víspera del pleno del Parlamento catalán que hoy debía votar a trámite los presupuestos de la Generalitat, el Consejo Político de la CUP –máximo órgano decisorio entre asambleas– y su Grupo de Acción Parlamentario (GAP –integrado por su varios corrientes–, decidió anoche mantener su enmienda a la totalidad a las cuentas de la Generalitat que ya anunció el pasado 28 de mayo. El anuncio se hizo a las 23.00 horas, tras una reunión extraordinaria del Consejo Político forzada por parte de la militancia cupera, dividida sobre esta cuestión.

La decisión fue muy ajustada: 29 votos a favor de mantener el veto; 26, en contra, y tres abstenciones.

Al mantener el veto a los presupuestos de la Generalitat, unido a las enmiendas a la totalidad anunciadas por el resto de grupos parlamentarios, los Presupuestos de la Generalitat no pasarán hoy el debate a su totalidad –Junts Pel Sí no tiene mayoría absoluta– , por lo que deberán ser retornados al gobierno. Es la primera vez en la historia que esto ocurre desde la restauración de la democracia.

Si no media una sorpresa de última hora –los presupuestos se votan hoy por la tarde y las enmiendas se pueden retirar «in extremis»–, en forma de cesión de la CUP o aval de otro partido, el gobierno de Puigdemont no podrá aprobar sus cuentas. Tal y como anunció el propio «president», el gobierno catalán rechazaba rehacer los presupuestos, por lo que la única opción será mantener prorrogadas las cuentas, que ya se prorrogaron en 2015.

La decisión de la CUP, que incumple el pacto de estabilidad parlamentaria firmado con Junts pel Sí cuando se acordó la investidura de Puigdemont, aboca a Cataluña a unas posibles elecciones anticipadas. Aunque estas no podrían celebrarse antes del mes de agosto, al año de convocarse las anteriores.

El pasado 28 de mayo, tras una reunión del Consejo Político, la CUP anunció que presentaría una enmienda a la totalidad a los presupuestos de la Generalitat. Sin embargo tres asambleas territoriales del partido forzaron la reunión extraordinaria de ayer para hacer un último intento de reconsiderar este rechazo a las cuentas.

Eran muchos los elementos del presupuesto presentado por el gobierno de Junts pel Sí que la CUP rechazaba. El más importante, que pedían a la Generalitat «desobedecer» el objetivo del 0,7 por ciento de límite de déficit que el Estado ha fijado para este año a la administración catalana.

El gobierno de Puigdemont rechazó este incumplimiento. A cambio inauguró una ronda de negociaciones con los antisistema para concederles algunas cesiones que les llevaran a retirar el veto. Así, ofreció a la CUP acceder a algunas de sus demandas, como incluir en las cuentas impuestos creados por la Generalitat anulados o suspendidos por el Tribunal Constitucional. Como el que gravaba los depósitos bancarios o la producción de energía nuclear. La CUP replicó entonces que seguía sin aceptar las cuentas, ya que no las consideraba «rupturistas» con el Estado.

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