Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al día

Abusos físicos e ideológicos a la infancia

¿Qué pintan mis hijos, o incluso los de Juan Diego Botto, en un aquelarre siniestro envasado, además, por el ideario de unos merluzos?

Oti Rodríguez Marchante
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Ayer contaba Carina Mejías, la presidenta del Grupo Municipal de Ciudadanos de Barcelona, que las pasadas Navidades también hubo protestas de padres a causa de un espectáculo para niños en el espacio el Bosc dels Infants (al parecer, un grupo musical cantó un temita de Kortatu dedicado al terrorista Sarri), y que ella pidió explicaciones a la concejala, la cual se las dio con toda claridad: “aspiramos a la transformación social, y no cabe la neutralidad. Hay que enseñar en la ideología”. Y contaba esto Carina Mejías para explicar el fondo realmente terrible de adoctrinamiento ideológico, tenga la careta de sátira o de humor goyesco, que acompaña a situaciones incómodas para la democracia como la de los titiriteros de Madrid, y otros muchos que no trascienden.

Conceptos sagrados como la libertad de expresión, la tolerancia, la crítica satírica y el sentido del humor ponen en un difícil aprieto la defensa de un modo frontal de nuestros valores de convivencia, y que cualquiera vea y sienta como desproporcionado el ingreso en prisión de los titiriteros. Aunque, por otra parte, también consideraremos aceptable cualquier medida de protección para nuestros hijos, tanto sea de agresiones físicas, como en el horrible caso de abusos en los Maristas de Sants, como de agresiones ideológicas… Y desde luego, tan falto de escrúpulos y deleznable es el adulto que quiere someter sexualmente a un niño, como el que quiere someterlo ideológicamente y le intenta colar por “normal” las mayores anormalidades. Y no vale esa solidaridad ciega de la otra noche, la de los Goya, del actor Juan Diego Botto (todo por los titiriteros), si no se contrapesa con una solidaridad aún mayor con las auténticas víctimas de estos asuntos, que son la infancia y el sentido común: ¿qué pintan violaciones, ahorcamientos y elogios a Sarri, o como se llame, en un espectáculo infantil?... , ¿qué pintan mis hijos, o incluso los de Juan Diego Botto, en un aquelarre siniestro envasado, además, por el ideario de unos merluzos?... Alguien tiene que defenderlos de esa agresión brutal, y si no podemos soportar que sea la Ley, o todo el peso de la Ley (porque es incómodo para la democracia encerrar merluzos ignorantes, no por lo que piensan, sino por lo que hacen), lo ideal es que esa defensa la prevean nuestros políticos. Y ahí está Carmena, tan risueña y peloteada en los Goya, y aquí está Colau, no menos risueña y peloteada. Qué risa, qué "cool“ somos.

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