Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al día

Un abanico para Pep y Junqueras

En estos días de calor extremo es recomendable desconfiar de todo: de lo que uno se pone encima, de lo que uno ve en el espejo, de lo que uno piensa y de lo que uno dice

Oti Rodríguez Marchante
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En estos días de calor extremo es recomendable desconfiar de todo: de lo que uno se pone encima, de lo que uno ve en el espejo, de lo que uno piensa y de lo que uno dice. Está probado científicamente que el cuerpo y la mente de los humanos, sometidos a una temperatura superior a los 35 o 40 grados, se relajan hasta tal límite que se empiezan a considerar tolerables prendas, pensamientos y palabras que serían completamente inaceptables a una temperatura normal. Con lo de la ropa se ve claramente, hay conjuntos de chanclas, gayumbos y camisetas, con persona dentro, que en cualquier otra circunstancia serían motivo de exclusión social, y que con la fogatina actual pues más o menos se toleran, y no sólo eso, sino que no es raro verse uno a sí mismo hablando con total seriedad con alguien que lleva al aire las uñas de los pies, el muslo peludo y los hombros blancuzcos.

No es el caso de Oriol Junqueras, quien ayer mismo, y con chaqueta puesta, decía que el Estado español es opresor no porque lo diga Guardiola, sino porque lo dicen las Naciones Unidas, el Consejo de Europa y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y que se salta las leyes internacionales porque no les permite a los secesionistas catalanes convocar su ilegal referéndum de secesión. Pensamientos o palabras que sólo pueden ser fruto de la calorina, y que, si en vez de en Rac1, lo hubiera dicho en una radio con aire acondicionado (o con algún periodista a temperatura normal), tal vez se hubiera visto en el compromiso de tener que demostrar alguna de esas palabras: ¿cuándo o dónde ha dicho Naciones Unidas, o el Consejo de Europa, que España es un Estado opresor? No, eso lo dijo Pep Guardiola, al calor y con camiseta, y sin la menor credibilidad para cualquiera que viva en este país o en cualquier otro que no sea la Inopia. No es por desacreditar al entrenador de fútbol, que ya lo hace él perfectamente, pero todo el mundo puede ver hoy mismo el terrible momento en que Guardiola, como embajador del Mundial de 2022, consideraba a Qatar como un ejemplo de libertad y como el país más abierto del mundo islámico.

A ver, una ley opresora en España, y exclusivamente de España, es esa de la inmersión lingüística obligatoria que le impide a los niños catalanes estudiar en su idioma materno y oficial. Pero la van a arreglar Pep y Junqueras pronto, mañana a lo más tardar.

Ver los comentarios