Sociedad

Villalón: guerra por su párroco

Tres meses después de convertirse en el titular de la parroquia, Francisco Casas pide el traslado por el «acoso» de un grupo de vecinos. Mientras, sus feligreses se movilizan en su apoyo

Pancartas de apoyo al párroco en la iglesia de San Miguel de Villalón de Campos ABC

MONTSE SERRADOR

En octubre se convirtió en el párroco titular de la localidad vallisoletana de Villalón, en plena Tierra de Campos, aunque había llegado dos años antes, el primero como diácono y el segundo, ya como sacerdote, apoyando al responsable en ese momento en vista de su inminente jubilación. Francisco Casas, un cura de tan sólo 27 años, llegó con todo el ímpetu propio de la juventud y la necesidad de hacer cosas nuevas, y las hizo, pero al mismo tiempo se encontró con la oposición de un grupo de familias que, desde el principio, no le vio con buenos ojos. Tres años después de arribar al corazón de Tierra de Campos, Francisco Casas ha pedido al Arzobispado el traslado ante el «acoso y la persecución» a la que ha sido sometido, petición que ha sido concedida. «He pedido el traslado por salud y porque ya no puedo realizar mi labor pastoral», asegura a ABC, sin querer entrar en más valoraciones de una situación que le duele. A pesar de todo, afirma que «doy gracias a Dios por la obra que Él ha realizado en Villalón en muchas personas y que he podido conocer, a pesar de la tristeza que me produce el rechazo de algunos no hacia mi persona sino a lo que represento».

Lo cierto es que la decisión de dejar Villalón, y los otros catorce pueblos a los que llevaba la atención espiritual, ha hecho aflorar las disputas que se viven en el municipio, con los parroquianos que quieren mantener a su cura y al que defienden, por una parte, y quienes se han mostrado en contra y que, según algunas fuentes, se reducen a seis familias que se han encargado de «hacer a Francisco la vida imposible». El conflicto alcanzó toda su dimensión con motivo de las obras que desde la parroquia se llevaron a cabo, con la colaboración del Arzobispado, en la iglesia de San Miguel, donde se sustituyó una puerta de madera por otra metálica, una acción que fue denunciada por la asociación «Villalón Vive», creada hace quince años con el objetivo de defender el patrimonio y el medio ambiente. Las obras fueron paralizadas por carecer de los correspondientes permisos al tratarse de un Bien de Interés Cultural y el Arzobispado se comprometió a devolver la puerta a su estado original. El hecho en sí sirvió para que se desbordasen los redes sociales con todo tipo de descalificaciones y ataques hacia Francisco Casas. Desde la asociación, su portavoz Anna Cantalozella niega que la misma esté relacionada con dichas críticas, aunque otro asunto es que a título personal las hiciesen alguno de sus miembros. Éste no fue el primer altercado que sufrió el párroco con un grupo de vecinos del municipio. Ya la pasada Semana Santa, al terminar la Vigilia del Sábado Santo, fue increpado e insultado junto a la iglesia, actos que se produjeron en otras ocasiones a la salida de Misa. Tampoco se libran del acoso algunos de los feligreses que acuden a las celebraciones e, incluso, los más pequeños que se mantienen en el coro o acuden a la Catequesis.

Son, precisamente, sus fieles los que este lunes se manifestaron en el patio interior del Arzobispado de Valladolid para defender a su párroco de las agresiones dialécticas y pedir que se mantenga en el pueblo -su próximo destino será Medina de Rioseco, donde ayudará al párroco actual- bajo la amenaza de «no volver a misa». Aseguran no entender «el odio y la rabia, el acoso y derribo» que han llevado a cabo «ciertas personas» contra Francisco Casas, según Rosana Andrés, quien reconoce que parece que lo que no gustó es que pusiese orden en determinados asuntos como, por ejemplo, limitar el número de llaves de la iglesia que andaban en manos de vecinos de Villalón. «Estaban acostumbrados a otras cosas», apunta, después de los casi 50 años en que estuvo al frente de todo al anterior párroco.

«Gran labor pastoral»

De esta forma, y aunque quienes se manifestaron en el Arzobispado insisten en que no quieren «entrar en guerras», defienden la labor de Francisco Casas, por haber conseguido llenar la iglesia, recuperar celebraciones de Semana Santa como el Sermón de las Siete Palabras, o poner en marcha nuevas iniciativas como el Mercado de los Santos y la Holywins, como alternativa al Haloween. «Su labor pastoral ha sido increíble», insisten y reprochan a sus detractores que sus críticas sean que «la misa es muy larga y solemne y que expone al Santísimo».

Frente a estos halagos, desde la asociación «Vive Villalón» mantienen en no querer valorar la marcha del párroco - «nos da igual que se quede o que se vaya»- , aunque afirman que, «nada más llegar, comenzó a hacer obras en la iglesia y no dijimos nada hasta que llegó la actuación de la puerta». Aseguran, incluso, que también ellos están sufriendo numerosas acusaciones.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación