SUCESOS

Una vecina de la mujer asesinada en Burgos: «Estaba cantado que ocurriría una desgracia como ésta»

Asegura que los malos tratos eran continuos y que llegó a impedir la entrada en su establecimiento a la pareja

Más de 5.000 burgaleses se han manifestado para mostrar su indignación por el asesinato R. O.

ABC.ES

Una vecina del barrio de Burgos donde vivía S.P.M., la mujer de 34 años que ha fallecido a causa de los golpes que presuntamente le ha propinado su expareja la madrugada de este domingo, ha afirmado este lunes que los maltratos eran «continuos» y que «estaba cantado que algún día pasaría una desgracia como esta».

Esta vecina, que regenta un bar cercano al domicilio de la víctima, ha explicado a Efe cómo «en más de una ocasión» les negó a ambos la entrada al establecimiento porque no quería problemas, al tiempo que ha reiterado que la Policía «ya sabía lo que pasaba en esa pareja» , si bien ha matizado que desconocía si el presunto agresor tenía o no una orden de alejamiento.

A otra vecina, en este caso del portal de la mujer asesinada, la noticia le ha pillado por sorpresa, ya que no conocía ningún episodio violento ni tampoco cuál era la relación entre S.P.M., a la que ha calificado de una «chica majísima» , y su expareja.

Otra persona de un portal anexo que también conocía a la víctima ha relatado su «sorpresa» al ver la esquela en el número 14 de la calle Calleja y Zurita, en el barrio de Gamonal, al tiempo que ha sentido «gran indignación» ante tal «canallada» .

Silvia P. M, de 34 años, luchó por su vida durante 18 horas en un quirófano del Hospital Universitario de Burgos. Allí llegó en la madrugada del domingo destrozada por la brutal paliza que su expareja, un hombre de 36 años de nacionalidad colombiana, le propició, supuestamente, en plena calle del barrio burgalés de Gamonal . De nada sirvieron sus gritos, ni la llamada a la policía que realizó un joven residente en la zona cuando escuchó los golpes de la víctima contra los coches y que alertó al 091 de lo que sucedía. Entró en el centro hospitalario hacia las dos de la madrugada con un hilo de vida y hasta las nueve de la noche los médicos trataron por todos los medios de salvar a la que se ha convertido en la undécima mujer que muere este año por violencia machista en España. No fue posible y falleció como consecuencia de una «brutal paliza, una agresión extremadamente violenta», según indicó a ABC el subdelegado del Gobierno en Burgos, Roberto Saiz.

La rápida actuación de la Policía Nacional permitió detener al presunto agresor , la expareja de la víctima, que se encontraba oculto en una vivienda de la capital burgalesa. Sobre él pesaban denuncias por malos tratos y una orden de alejamiento de Silvia que, evidentemente, el sábado incumplió. La investigación trata ahora de conocer las causas por las que el atacante se encontraba en el lugar de los hechos, junto al Bar Las Candelas , frecuentado por hispanoamericanos, donde podría haber comenzado una discusión que acabó en la calle. De momento, se trabaja con varios escenarios:si el asesino, que ayer continuaba en dependencias policiales, fue en busca de la joven o si fue un desgraciado encuentro casual, ya que ambos frecuentaban ambientes comunes, según señalaron fuentes de la investigación.

Sea como fuere, el contacto entre ambos se produjo con el trágico resultado tras una «agresión de extrema violencia, brutal», insistió el subdelegado del Gobierno. De hecho, el asesino no utilizó arma alguna;la mató a golpes. «Llegó al hospital en condiciones lamentables y el esfuerzo médico desde las dos de la mañana fue continuo» , relató Roberto Saiz. Del salvaje ataque dio testimonio un vecino de la zona que, en declaraciones a Ep, señaló que al oír gritos se acercó al lugar de los hechos donde se encontró «a una mujer tirada en el suelo, inconsciente, que respiraba mal y con la cara completamente ensangrentada ». «Habían llegado unos chavales que se encargaron de llamar a la policía», apuntó. Otro vecino de la zona —aunque dentro del populoso barrio de Gamonal es un lugar un tanto aislado conocido como el antiguo pueblo— se asomó a la ventana al «escuchar los ruidos y a una chica chillando». «No bajé porque uno vive aquí, sabe con quien estás y quienes son» , reconoce mientras oculta su rostro y su identidad.

Durante la tarde, unas 5.000 personas han protagonizado en Burgos una masiva y emotiva manifestación para clamar por «una vida digna y sin miedo» al condenar el asesinato de Silvia P.M.

Una pancarta con el lema de «Por una vida digna y sin miedo. No a la violencia contra las mujeres», ha sido el punto de referencia de esta marcha convocada en la céntrica Plaza de Mío Cid y que han respaldado, entre otros representantes, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y el subdelegado del Gobierno, Roberto Sáiz.

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