Fernando Conde - Al pairo

Tormento en Tormes

«Está claro que, de un tiempo a esta parte, los socialistas andan como buche sin madre. Pero tampoco era como para dar tormento a los de Tormes con una monja antiespañola y argentina»

Fernando Conde
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Atención, pregunta: ¿qué tienen en común -o en «comú», dadas las circunstancias- el antitaurino Leonardo Anselmi, el podemita Gerardo Pisarello y la monja tuitera Lucía Caram? Pues veamos. Por de pronto, los tres son militantes vocingleros del llamado activismo político; por después, los tres viven en Barcelona; por añadidura, los tres son descarada y abiertamente antiespañoles; y por acabar de rematar el tango, los tres son, tócate la vaina, argentinos, ¡che!. Y por eso uno se pregunta qué hacen dando lecciones y queriendo crear opinión en un país que no es de nación el suyo. Se podrá alegar que están en su derecho porque España es un país que acepta bien a todo el mundo, incluso a quienes la han odiado históricamente (no hay que olvidar que aquí vive nada menos que un millón de ingleses, que de odio a España saben un rato, y que son a Europa lo que los argentinos a Hispanoamérica).

Pero me pregunto qué dirían los argentinos -y tengo unos cuantos amigos excelentes- si en su país hubiera otros tantos españoles capitaneando todas las polémicas patrias habidas y por haber. ¿No tienen bastante ya con lo suyo?

Por eso a uno le cuesta entender que el ayuntamiento socialista de Alba de Tormes invitara el pasado sábado a la monja puigdemontista a pronunciar el pregón de sus fiestas de la Transverberación. Quizá el alcalde, Jesús Blázquez, haya quedado prendado de las teorías del acreditadísimo Jordi Bilbeny (¡ah!, que Vd. tampoco le conoce) que asegura que Santa Teresa de Jesús era catalana. Cosa que es posible porque, como todos sabemos, los abulenses y los vascos nacen donde les da la gana. Está claro que, de un tiempo a esta parte, los socialistas andan como buche sin madre. Pero tampoco era como para dar tormento a los de Tormes con una monja antiespañola y argentina. Para eso ya se bastaba el alcalde, a lo que se ve.

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