Todos los museos trabajarán en red para enriquecer sus programas y ganar visitantes

La Junta de Castilla y León quiere que todos los museos, centros museísticos y colecciones museográficas de la Comunidad trabajen en red con el fin de enriquecer sus programas y hacerlos más atractivos para el visitante. Es una de las medidas que persigue el tercer plan de actuación respecto a estos espacios que, tras ser expuesto en el Gobierno Abierto, continúa con su tramitación administrativa con el fin de ponerlo en marcha antes del verano.

Hasta la fecha los cuatro museos regionales (Evolución Humana, Musac, Etnográfico, Siderurgia y Minería y los nueve provinciales) ya venía funcionando de esta manera, pero la Dirección General de Políticas Culturales quiere extender esta forma de trabajar a todos los espacios museísticos que hay en Castilla y León.

«Queremos propiciar una hoja de ruta para que puedan mejorar su funcionamiento cualquiera de los museos de la Comunidad y no sólo los que gestiona el Gobierno regional», señala la directora general de Políticas Culturales, Mar Sancho.

Préstamo e intercambio de obras y otros bienes, exposiciones u otro tipo iniciativas culturales conjuntas son algunas de las ventajas de este trabajo en red que, a nivel práctico, se llevará a cabo mediante plataformas y canales de interrelación que aseguren una constante coordinación entre ellos. Para lograrlo, Castilla y León deberá ordenar de forma previa el maremágnum de nomenclaturas y modelos de museos que tiene en la actualidad al amparo de Ley de Museos aprobada en 2014. «La palabra ‘museo’ se tiene que utilizar con rigor, debe tener una colección y un discurso expositivo; de hecho, la autorización para que sea considerado como tal debe ir acompañada de un discurso y de un plan museístico», apunta.

En estos momentos, la Consejería de Cultura y Turismo mantiene abierto este periodo de autorización, del que va a depender la categorización de los centros, que se dividirán en museos, centros museísticos, colecciones museográficas y centros de interpretación. A fecha de hoy, el número total de estos espacios en Castilla y León asciende a más de 300.

Innovación

Pero el trabajo en red no será la única novedad. «Queremos impulsar la innovación en estos centros en distintos parámetros», sostiene la directora general de Políticas Culturales. Esos «parámetros» irían desde incoporar más «herramientas tecnológicas» -códigos QR con explicaciones o vídeos explicativos asociados a las obras- hasta la renovación de sus páginas web, creación de APP’s y visitas virtuales...: De esta manera, recoge el plan, «se atendería mejor a un sector más joven y a ciudadanos con menor nivel de estudio, ampliando el perfil predominante en la actualidad, que está dominado por los visitantes entre 26 y 65 años y con estudios superiores». Igualmente, añade, «se busca solventar la escasa presencia de turistas en muchos centros».

Este impulso a la innovación quiere evitar también que los museos se queden en meros «contenedores de arte» y, para ello, Mar Sancho insiste en la necesidad también de que estos espacios se abran a otras expresiones artísticas como el teatro, el cine, la música, la literatura o la poesía: «Museos como el de Sabero con la minería como su principal temática tiene hoy muchas vertientes de reflexión e investigación. Y al igual, los museos provinciales respecto al patrimonio y nuestra historia», apunta como ejemplo la directora general.

Apoyo de las universidades

En esa vertiente investigadora los museos pueden encontrar un apoyo vital en las universidades y así lo recoge el plan, que destaca la «necesaria implicación» de las instituciones académicas y otros centros de investigación a la hora de desarrollar sus programas: «Ya tenemos esta interacción articulada en muchos de los museos, pero hay otros en los que de momento no hay esa conexión que creemos muy propicia», expone Sancho.

Una vez ordenado este escenario, los distintos espacios museísticos trabajarán bajo una marca de identidad única, «Museos de Castilla y León», símbolo de su calidad, y aunque no está recogido en el plan, la Consejería no se cierra a implantar en estos espacios otras experiencias de ayuda a la producción, tal y como tiene el Musac con su Laboratorio 987, que dispone de una convocatoria anual.