Público en el Teatro Calderón de Valladolid
Público en el Teatro Calderón de Valladolid - F. HERAS
Artes&Letras

El teatro sigue en crisis institucional

El «Anuario de estadísticas culturales 2016» confirma que la actividad teatral duplica de largo a la de la música clásica, lo que contrasta con el desigual apoyo que presta la Administración regional a ambas disciplinas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Juan Mayorga en una reciente entrevista encaraba la tradicional pregunta a un hombre de teatro: la satisfacción con las ayudas de las administraciones a las artes escénicas. Con inteligencia, desviaba la respuesta para ser más contundente en el razonamiento. Venía a decir que no quería ejercer de teatrero pedigüeño, sino que, como ciudadano, reclamaba una mayor atención por parte de los gobiernos al teatro, porque este formaba parte de las señas de identidad de un país.

La despreocupación, o temor de administraciones hacia el teatro es un hecho extraño e ibérico, que desborda la insensibilidad de Rajoy y Montoro al mantener el IVA cultural en el 21 %, que hace más daño a empresas de producción teatral que a los ciudadanos.

La rareza aumenta al comparar los recursos económicos destinados a la música clásica y orquestas sinfónicas, reducidos en tiempos de crisis, pero que se mantienen en niveles altos. Un dato, el número de orquestas sinfónicas en la actualidad asciende a 27 en todo el territorio nacional, número similar al que había antes de la crisis económica.

Frente a los ocho millones de presupuesto de la Oscyl, la Junta aporta poco más de 250.000 euros en apoyo al teatro

Si la comparativa se concreta en Castilla y León, se observa que la OSCyL, por suerte, mantiene su actividad y niveles de calidad, con presencia en el Auditorio Miguel Delibes con una buena temporada, idénticas carencias en gira por otras capitales de la región (mal endémico de esta agrupación) y un buen presupuesto, ocho millones de euros al año. En artes escénicas, en las ayudas a compañías, por buscar un equivalente, aunque estas sean de titularidad privada frente a la OSCyL, de titularidad pública, las aportaciones de la administración regional sobrepasaban escasamente los 250.000 euros.

A la hora de establecer cotejos numéricos, extraídos del Anuario de estadísticas culturales 2016, elaborado por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, con las hojas de taquilla, método fidedigno para la obtención de datos, se desprenden los siguientes en relación a 2015: Número de representaciones teatrales en Castilla y León, 2.352; frente al número de conciertos de agrupaciones sinfónicas de todo tipo, pero excluyendo bandas y grupos folclóricos, o espectáculos líricos, 1.067.

La aportación de los espectadores de la Comunidad al pasar po taquilla es el 50% que la media nacional

Asistencia de espectadores: 489.000 en teatro frente a 253.000 en conciertos; con una recaudación de un 2.933.000 euros (teatro), frente 1.073.000 euros (música); media de espectadores por espectáculo: 210 frente a 237, con un gasto medio de espectador de 6 euros frente a 4,2 euros, correspondiendo los primeros valores al teatro y los segundos a conciertos.

Falta un centro de creación escénico de titularidad pública, como la orquesta en el ámbito musical

De esta y otras estadísticas en el mismo Anuario referentes al ejercicio anterior y al resto de España, se extraen varias conclusiones: un alto nivel de participación de espectadores en la Comunidad, aunque con una ligera tendencia a la baja en teatro en relación a 2014 y al alza en música; con parámetros numéricos medios que están por debajo de la media nacional, en el caso del teatro con menos 40 espectadores por función y en música con menos de 70. Baja aportación económica de los espectadores al pasar por taquilla, el 50% menos que la media nacional. Fuera del marco autonómico, afirmar que en teatro en España, después de la caída de 16 millones de espectadores en 2008 a 11 millones un año después, se ha remontado a los 12 millones (2014 y 1015) que era el número de espectadores que asistía antes de la crisis.

Con estos números y de una manera rápida se obtienen algunas conclusiones para Castilla y León: interés por la cultura viva; desproporción en las ayudas de la Junta a favor de la música, lo que no quiere decir que haya que igualar a la baja sino al alza; falta de un Centro de Creación Escénico, estable y de titularidad pública, como la OSCyL en música, que cosecha altos resultados; y por último, desconexión en planes culturales, donde música y artes escénicas no se conjugan en plural en una política cultural; o donde el cacareado discurso del español como fuente de riqueza es una frase para pronunciar en Cortes, sin apercibirse de que «el teatro clásico español sea lengua castellana vestida de gala», como declaró en estas páginas Germán Vega, codirector de Olmedo Clásico.

Ver los comentarios