Sólo 29 de los 648 municipios de menos de 100 vecinos siguen como Concejo Abierto

Sistema de gobierno y administración reservado a los municipios más pequeños, el Concejo Abierto es una fórmula por la que han funcionado los ayuntamientos que no superan los cien habitantes censados (así como en los que tradicionalmente ha imperado esta fórmula). Pero la reforma en 2015 de la Ley de Régimen Electoral General de 1985 abrió la puerta a que este sistema por el que únicamente se elegía un alcalde y todos los vecinos con derecho a sufragio estaban llamados a participar con voz y voto en la toma de decisiones en las asambleas vecinales, parece que ha sido el principio del fin de un sistema que cuenta con detractores -por las mayores dificultades para llegar a acuerdo y la excesiva duración de las sesiones- y partidarios -por ser más participativo-.

Así se pone de manifiesto a la luz de los datos de los municipios que, tras las últimas elecciones municipales -de mayo de 2015- continúan como Concejo Abierto. Entonces tuvieron la opción de constituirse como Ayuntamiento y elegir a hasta tres concejales o sólo al alcalde y continuar como hasta entonces. Y son mayoría los que han dejado atrás la fórmula de citar a todos los empadronados mayores de edad a las asambleas. De los 648 municipios que según el INE (Instituto Nacional de Estadística) tienen menos de 100 habitantes en Castilla y León, únicamente 29 funcionan actualmente en régimen de Concejo Abierto, de acuerdo al registro de la Consejería de la Presidencia, en la que deben inscribirse. Esto es, menos de un cinco por ciento de los que tienen esta posibilidad.

Petición por mayoría

Administrarse por esta fórmula participativa o delegar el día a día en un alcalde y sus concejales ya es una decisión de los vecinos, que por mayoría de ellos o acuerdo de dos tercios del ayuntamiento, además de aportar los correspondientes certificados e informe de la Diputación, pueden registrar en cualquier momento ante la Junta su petición como Concejo Abierto.

Y lo que ha habido hasta el momento es más decisiones de municipios que optan por dejar atrás esta fórmula. De hecho, hay provincias como León, Salamanca y Zamora donde los concejos abiertos son en este momento inexistentes. Y no porque no tengan ayuntamientos que no superen el centenar de empadronados. En la provincia leonesa, sólo hay tres, pero también es la que más entidades locales menores dependientes de un ayuntamiento tiene (más de 1.200). En Salamanca, 73, y 25 en Zamora.

Donde más concejos abiertos hay es en Soria, con diez entre los 114 que no rebasan el centenar de vecinos. Le sigue Segovia, con media docena de los 68 que podían serlo. Y en Palencia y en Valladolid son tres entre los 68 y 55, respectivamente, que se enmarcan en la horquilla de habitantes para los que está abierta.

Con 28 empadronados y la experiencia de varias legislaturas, Vicente Robisco continúa al frente del ayuntamiento de Navares de las Cuevas como Concejo Abierto. El municipio segoviano es de los pocos en Castilla y León que no se ha agarrado a la posibilidad abierta por la nueva ley para dejar atrás la tradicional fórmula que da voz y voto a todos los vecinos mayores de edad. «Vemos que funciona bien» y, al ser «tan pocos, me apoyaría en los mismos de una forma u otra -tiene designados teniente de alcalde y tesorero, como marca la norma-», asegura el regidor, aunque demanda mayor participación en las sesiones.

«A través del bar, se oyen comentarios, y me quejo de que no vayan al ayuntamiento a decirlo», apostilla. Es cuando en el orden del día hay asuntos de tierras o tributos cuando más gente acude y se prolonga algo mas el pleno, que normalmente se lleva a cabo en un «tiempo razonable», aunque alguna vez sí se han dado «más fricciones». Aún así, por su «carácter más abierto» que incluso invita a participar a los no empadronados -mayoría-, le «gusta» esta fórmula que reconoce «imposible» en municipios más grandes. «Me gusta oír al vecino de forma directa.

Más pequeños

En total, poco más de 1.200 vecinos continúan aún con la posibilidad de participar activamente en las asambleas para decidir sobre las actuaciones de sus pueblos. Representan un 3,19 por ciento de los casi 38.800 habitantes que suman los 648 municipios que no superan los cien censados. En el conjunto de la Comunidad, son un exiguo 0,5 por ciento de los algo menos de 2,5 millones de castellano y leoneses los que siguen teniendo voz y voto en los plenos.

En un territorio donde los pequeños municipios son mayoría -sólo nueve de los 2.248 superan los 50.000 habitantes, el 78% no sobrepasa los 500 (1.756) y casi nueve de cada diez no llegan al millar-, el «club» de los más pequeños del mapa gana año a año miembros. Desde 2000, hay casi un 48 por ciento más de ayuntamientos que no cuentan en su padrón con más del centenar de vecinos. Entonces eran 439 y, tras una subida paulatina ejercicio a ejercicio, ahora son 209 más que entonces. Representan, así, cerca del 29 por ciento del total, aunque su población escasamente suma el 1,6%.

El aumento en el número de pequeños municipios no ha evolucionado al mismo ritmo que la población que suman. Son más, pero cada vez con menos gente. Y es que si ellos son cerca de un 48% más que en 2000, cierto es que también cuanta con más gente, pero no igual proporción. Los habitantes que suman han crecido un 39% en este periodo. El aumento en el número de estos pequeños municipios se ha dado en todas las provincias prácticamente de forma continuada y representan más de la mitad de los que hay en toda España (1.238 de los 8.119 totales).