TRAS LA MANIFESTACIÓN POR LA SANIDAD DEL 20E

Sáez reconoce el éxito de la oposición al «aglutinar la política partidista y acercarla al malestar ciudadano»

El consejero ofrece a los grupos parlamentarios un pacto por la Sanidad si no plantean «líneas rojas»

El consejero de Sanidad, durante la tertulia COPE-ABC F. HERAS

MONTSE SERRADOR

Antonio Sáez Aguado no pudo ayer ocultar la preocupación en la que se encuentra instalado desde el pasado sábado -e incluso antes- cuando vio manifestarse por las calles de Valladolid a miles de personas procedentes de toda la Comunidad poniendo en entredicho su gestión al frente de la sanidad pública. «El comienzo de año está siendo complicado», reconoció durante la tertulia COPE-ABC , aunque mantuvo que la movilización fue una mezcla de política y demandas ciudadanas, dos aspectos que «habría que diferenciar». Evitó, sin embargo, contestar a si en algún momento, durante las últimas jornadas, se ha planteado presentar su dimisión, tal y como reclama la oposición, aunque «a veces a uno le cansan esta manera de presentar las cosas». También bordeó la pregunta sobre si respalda las actuaciones del gerente de Sacyl, Rafael López , bastante cuestionado. «La decisiones de gestión obedecen a un programa político que estamos desarrollando», apuntó el consejero.

Con este panorama y cuando habían pasado menos de 48 horas de la protesta, Sáez Aguado ofreció un pacto por la sanidad a la oposición (PSOE, Podemos e IU ), los responsables, junto con las plataformas en defensa de la sanidad pública, de la respuesta que tuvo la convocatoria. « Volvería a intentar un pacto pero cuando hemos querido llegar a un acuerdo nos han puesto líneas rojas», explicó, en referencia a la demanda de que se deroguen medidas como el copago farmacéutico o la atención a los inmigrantes, sobre las que la Comunidad no tiene competencias. Sin embargo, el consejero sí plantearía un pacto que incluiría, como primer aspecto, la garantía de la gestión pública de todos los servicios , como segunda, «la prioridad presupuestaria y, a partir de ahí, otras cuestiones». «Un compromiso sobre la gestión pública para evitar la bandera de la privatización me parecería importantísimo y, desde luego, en eso el Gobierno de Castilla y León y la Consejería vamos a estar en primera línea», señaló.

Antonio Sáez Aguado hizo su propia intepretación de la manifestación del sábado, ya que distinguió tres aspectos: el primero, la privatización, cuando «no hay ninguna señal que apunte en otra dirección que no sea lo público, pero es muy fácil poner este asunto como bandera para agrupar a los descontentos»; en segundo lugar, «se mezclan las críticas a determinadas situaciones, con propuestas de nuevos proyectos» . En este sentido, reconoció que hay problemas en la Atención Primaria como consecuencia de la falta de médicos, pero aseguró que se está avanzando en nuevas infraestructuras como el hospital de Salamanca o el de Aranda de Duero , pendiente de licitación, o los 20 centros de salud sobre los que este año se actuará como consecuencia de la aplicación del Plan de Inversiones Sociales Prioritarias. «Lo que ocurre es que los ciudadanos quieren que se haga más rápido y en todos los sitios pero cada cosa tiene su tiempo», lamentó.

«Lo que no se puede es mezclar la supuesta privatización con las nuevas propuestas», insistió Sáez Aguado, porque « necesitamos un poco de rigor y concreción y no una mezcla en la que todo se incorpora y al final el resultado es difícil de gestión», explicó. El cualquier caso, el titular de Sanidad quiso distinguir «a los manifestantes de la estrategia de los grupos políticos, ya que es evidente que han sido utilizados ». Recordó que hace tres años la Consejería firmó un pacto con 50 sociedades científicas, once colegios profesionales y los tres sindicatos sanitarios para mantener la gestión pública de todos los servicios pero la oposición no quiso sumarse a él. «Ese debate de la supuesta privatización hay que superarlo para evitar esa utilización partidista», reclamó el consejero, para quien «en la manifestación del sábado han confluido dos cuestiones: la política y la social». En el caso de la primera, reconoció que «ha sido un éxito de la oposición el haber conseguido aglutinar la política más partidista y acercarla al malestar ciudadano». «Curiosamente, las propuestas ciudadanas son las concretas y en esas estamos trabajando» , matizó.

Precisamente, y de cara a dar salida a las demandas sociales de nuevas infraestructuras y servicios, el consejero denunció que «la financiación de la Sanidad en Castilla y León no es suficiente» , un hecho que reconoce el Tribunal de Cuentas. Recordó, además, que para tener suficiencia presupuestaria la Comunidad necesitaría recibir al menos 350 millones de euros más al año. De ahí que, insistió, «debemos plantearnos los servicios públicos que queremos porque cuando hablamos de ellos «también hay que referirse a los ingresos que los hacen posibles y a los impuestos».

No obstante, destacó que el gasto sanitario en la comunidad está por encima de la media nacional, con un 6,7 por ciento del PIB, frente al 5,7 , para concluir que la respuesta a la protesta pasa «por presentar propuestas sin dejar de reconocer algunos problemas, pero que esa crítica no se transforme en una desligitimación de la sanidad pública de Castilla y León». «Hay una exigencia de tener las cosas más cerca pero hay que hacerlo desde el rigor», reclamó.

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