Rousbeth Espino y Rafael Díaz deberán abandonar España si antes no consiguen un contrato de un año
Rousbeth Espino y Rafael Díaz deberán abandonar España si antes no consiguen un contrato de un año - F. HERAS
Sanidad

Sacyl podrá contratar a los residentes de fuera de la UE que acaben su formación

La Junta de Castilla y León intenta mantener a los médicos MIR en la Comunidad ante la escasez de profesionales

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Llegaron hace cuatro años a Valladolid para realizar el MIR. Rousbeth Espino lo hizo desde Panamá y Rafael Díaz desde la República Dominicana. Ambos fueron a recalar al Centro de Salud de Gamazo (Valladolid), como médicos de familia, y los hospitales de Medina del Campo y Clínico Universitario, donde han realizado las rotaciones.

«Queremos seguir aquí para formarnos y adquirir experiencia»

La elección de Valladolid, en ambos casos, se debió, en principio, a su proximidad a Madrid, pero también a que los centros hospitalarios de la capital vallisoletana eran lo suficientemente «completos» como para recibir una buena formación. Y, a tenor de sus explicaciones, estaban en lo cierto. En cuanto a la decisión de saltar el Atlántico, tanto Rousbeth como Rafael recuerdan cómo en sus respectivos países son las academias las que se encargan de «reclutar» a los estudiantes para que se formen en España, a los que se ofrecen para preparar los exámenes MIR. Además, en el caso de Rafael, su país le concedió una beca durante los meses que dura la preparación, así como el pago de la academia.

«Mi preparación ha sido excelente en un sistema sanitario que también lo es»

Cuatro años después, Rousbeth es contundente: «Mi preparación ha sido excelente en un sistema sanitario que también lo es». Rafael es de la misma opinión: «Salimos muy bien preparados, tenemos todos los recursos disponibles, con muy buen ambiente y el balance es muy positivo». En ambos casos, su deseo es seguir en España para «continuar formándonos y adquirir experiencia», pero, para ello, necesitan un contrato laboral de un año que les permita mantener aquí su residencia. De lo contrario, en mayo o junio deberán poner rumbo a Panamá y República Dominicana.

Sin embargo, el retorno no está dentro de sus deseos, al menos mientras no adquieran los suficientes conocimientos y regresar «con más prestigio y preparados», algo que creen poder conseguir en un sistema sanitario que consideran «excelente», en el que «accedes a los últimos avances médicos», asegura Rous, quien insiste en alabar la formación que ha recibido durante estos años: «Me ha gustado mucho cómo se forma a los residentes porque es diferente a cómo se realiza en mi país; aquí se comparte información, y los tutores son excelentes». También Rafael destaca el buen ambiente existente y el hecho de tener acceso a todos los recursos disponibles. Por eso tiene muy claro que, aunque quiere regresar a su país, aun no es el momento, al menos hasta que complete su formación, que quiere ahora dirigir hacia la Cirugía. Su compañera es de la misma opinión, aunque en este caso prefiere orientarse hacia los cuidados paliativos. Sin embargo, sus deseos sólo podrán hacerse realidad si consiguen un contrato laboral de un año que deberá llegar o de una clínica privada o a través de Sacyl, una vez que se aprueben los Presupuestos de la Comunidad de 2017 y, con ellos, se modifique la normativa.

«Plan de choque»

Y es que la escasez de profesionales sanitarios que sufre Castilla y León y la previsión de que en los próximos cinco años se puedan jubilar hasta 600 médicos de familia ha llevado a la Consejería de Sanidad a poner en marcha un «plan de choque» que permita limitar los efectos de esta situación. Uno de estas medidas es la posibilidad de que los médicos MIR (Médico Interno Residente) extracomunitarios puedan ser contratados por Sacyl una vez que concluyan su formación en la Comunidad, una práctica que de momento no se puede llevar, ya que lo impide el Estatuto del Personal Estatutario, en el que se recoge la obligatoriedad de que los contratados sean de nacionalidad española.

Con el ánimo de acabar con esta prohibición, el Anteproyecto de Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2017, que aún no se ha aprobado en las Cortes, incluye la modificación normativa necesaria para que los residentes que finalicen su formación en los centros sanitarios castellano y leoneses puedan ser contratados. Para ello, se recoge el cambio del artículo del Estatuto del Personal Estatutario, de forma que se autoriza la contratación de personal de cualquier nacionalidad si es preciso por razones organizativas o u otro tipo de necesidades así consideradas por la Gerencia de Salud.

Se permite, de esta forma, que los profesionales de fuera de la Unión Europea (los europeos tienen, como tal, otra libertad de movimientos) puedan acceder a un puesto de trabajo temporal en la administración pública sanitaria. Cuestión diferente es el poder acceder a una plaza a través de un concurso oposición ya que, en este caso, la nacionalidad española es obligatoria.

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