Semana Santa

Pregón desde el balcón de la infancia

El poeta y periodista Ángel María de Pablos, la voz que abrirá la Semana Santa de Valladolid, impregnará su texto con los recuerdos de la niñez y la nostalgia de su padre

El pregonero de la Semana Santa de Valladolid, Ángel María de Pablos F. HERAS

GUILLERMO GARABITO

Pregonar la Semana Santa de Valladolid es dar un aldabonazo en las conciencias cumplido el tiempo. Un tiempo que se pasa y que se para al presenciar el milagro de ver un Cristo vivo, que ayer estaba muerto. Tras la presentación y glosa del cartel a cargo de Lorena Sancho, el pasado martes en el Ayuntamiento de Valladolid el alcalde, Óscar Puente, daba a conocer el pregonero de este año: Ángel María de Pablos. Él, que fue la voz de la Vuelta a España durante una década, al fin lo será de la Semana Santa de la ciudad del Pisuerga.

El poeta y periodista, que es hijo del poeta y periodista salmantino Ángel de Pablos Chapado, confiesa que en el pregón podrá sentirse el peso de la infancia. «Yo siempre digo que mi padre no sólo fue mi padre, sino el maestro de muchas cosas. Me introdujo en la emoción de la cultura, en la magia del periodismo y en la pasión por la Semana Santa». De él lo heredó como se hereda en estos lares. Una tradición que pasa, como las túnicas, de padres a hijos. Precisamente el verso que hoy lucen los carteles de la Semana Santa de esta ciudad -«pura maravilla de arte»- es de la autoría de su padre.

El texto tendrá «de mi infancia los recuerdos y la nostalgia de mi padre», adelanta. Un pregón desde el balcón de la infancia, con vistas al Atrio de Santiago donde estaba la casa de su niñez. «Cuando llegaba la Semana Santa me asomaba al balcón de la casa de mis padres y veía allí a los cofrades vistiéndose y preparándose para salir. Tanto mi padre como mi madre eran muy nazarenos. Yo he salido de las Siete Palabras…». Revuelo de cofrades y cofradías.

«Angustias, Piedad o Dolorosa»

Entre silencios muy quietos, y conforme De Pablos va contando las trazas de su pregón, los cristos de palo avanzan por su cabeza. Y les siguen vírgenes que pudieran parecer reales, de carne viva y lacera. Porque tienen las vírgenes en esta ciudad del Pisuerga y de la Esgueva todo el dolor de las gubias y las conciencias contritas de los grandes imagineros que tuvieron taller en esta villa. Por tres de ellas susurra especial predilección. Las tres grandes señoras, con perdón de la de San Lorenzo, en esta ciudad: La Dolorosa, la Quinta Angustia y la Piedad de Gregorio Fernández. A ellas les dedicará uno de los poemas del pregón: «Ahora que el dolor es tu riqueza / quiero ayudarte a levantar el vuelo, Angustias, Piedad o Dolorosa / que en una madre son la misma cosa».

De Pablos, ante el Cristo de la Luz en la capilla del rectorado de la Uva F. HERAS

Recupera así, con acierto, el alcalde y la Junta de Cofradías esa larga tradición de encargar el pregón a escritores que conocen y sienten la semana de Pasión, Muerte y Resurrección. Pero además, más complejo aún, que la escriben y la proclaman con el magisterio de su pluma. Se suma el poeta, por derecho propio, a la larga lista de vates donde a golpe de vista se encuentra nombres tan señalados como: Francisco Javier Martín Abril, Godofredo Garabito, Félix Antonio González, Nicomedes Sanz y Ruiz de la Peña o Tere Iñigo de Toro (que no era poeta, pero le desbordaban sentimiento las palabras).

«El grueso del pregón lo tengo escrito desde hace quince años… No quiero hacer un pregón excesivamente intelectual o pesado. Habrá poemas y habrá prosa. Como el soneto que dedico por ejemplo al Señor Atado a la Columna, que es la imagen del cartel de este año. Ya me ha parado gente por la calle que me decía: ‘¿Hablaras de mi cofradía?’. Yo iré destacando los pasos que más me impresionan», asegura el periodista. «Defenderé también la incorporación de ciertas costumbres andaluzas». Una propuesta arriesgada. «Ya lo sé, pero se lo debo a Santi Capote, que siendo un enamorado de la Semana Santa de su tierra se ha enamorado de la Semana Santa de Valladolid. Entonces yo digo que qué problema hay para mezclar una muestra de respeto con una muestra de amor. Si en Valladolid ni vamos a perder el respeto, ni la seriedad… Yo he oído saetas a la puerta de San Martín. Incluso tengo idea muy lejana de haber escuchado otras mientras salía la Vera Cruz. La persona que cantó en San Martín lo hizo desde un balcón de la casa de mi tía abuela. Y me explicaba después que le salió espontaneo, que no pensó si encajaba o no encajaba… Yo lo que pido en el pregón es que no seamos fundamentalistas».

«El grueso del pregón lo tengo escrito desde hace quince años… lo bueno se hace esperar»

Con la ilusión puesta en el balcón y anunciado el pregonero sólo queda desearle a Ángel María de Pablos buena suerte en su tarea, que no es otra que la de dar un aldabonazo en las conciencias y en los corazones con su texto llegado el mes de marzo. Porque como reza el verso de su padre: «La procesión está en marcha».

A ritmo de procesión

Confiesa que lleva esperando este momento más de veinte años, «pero se ve que lo bueno se hace esperar». Le llega a la edad de los sabios, en el momento en que como escribió Unamuno -al ver la procesión- «el anciano cree ver la que vio de niño, y el niño, aún si darse de ello cuenta, espera ver la misma cuando llegue a anciano…».

De Pablos habla a ritmo de procesión. Y su voz de terciopelo dice poemas azules escritos con el corazón al vuelo. Tiene tambores y un hachón en su garganta. Su voz hace «silencio en los corazones, / en las almas, en el vuelo / de las túnicas moradas / en la tierra y en el cielo. / Silencio absoluto y hondo / para que se lleve el viento / (palomas blancas en la noche) / la plegaria del silencio».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación