Piden diez años de prisión para tres responsables de la obra de Castrovido por el accidente de 2011

La Fiscalía de Burgos pide sendas penas de tres años y seis meses de prisión para tres de los imputados en el accidente ocurrido en octubre de 2011 en la construcción de la presa de Castrovido (Burgos), en el que fallecieron cuatro trabajadores. Se trata del jefe de obra de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), el representante legal de la compañía IES y el coordinador de seguridad de la presa.

La Fiscalía ha confirmado este miércoles a Efe que se ejercerá acusación contra estos tres responsables de la obra, dejando fuera a los otros cuatro imputados por el Juzgado de Salas de los Infantes (Burgos).

Los detalles

Según detalla Diario de Burgos en su edición de hoy, el fiscal pide tres años y seis meses de cárcel para cada uno de ellos, como responsables del accidente que causó la muerte a cuatro empleados de las obras de construcción de la presa de Castrovido.

Al representante legal de IES, empresa que fabricó la cuba para transportar hormigón cuya caída provocó los fallecimientos, se le acusa de cuatro delitos de homicidio por imprudencia grave. Además, se le imputan dos delitos de lesiones por imprudencia grave, puesto que en el accidente resultaron también heridos de gravedad otros dos trabajadores.

Mientras, al jefe de la obra, empleado de la adjudicataria FCC Fomento de Construcciones y Contratas, se le acusa de cuatro delitos por homicidio y dos de lesiones por imprudencia. Lo mismo para el coordinador de seguridad de la presa y, en ambos casos, se sumaría un delito contra los derechos de los trabajadores. Igualmente, la Fiscalía solicita una indemnización superior a los 426.000 euros.

27.000 kilos de hormigón

Los hechos tuvieron lugar el 5 de octubre de 2011 cuando la cuba cargada con 27.000 kilos de hormigón se desplomó sobre los cuatro trabajadores fallecidos, Noelia Rodríguez Pascual, Ángel Rubio González, Mariano Rodríguez Chaparro y Lorenzo Tomé Amores.

La magistrada del Juzgado de Instrucción de Salas de los Infantes halló evidencias de que las soldaduras de la polea que sujetaba la cuba, lo que se conoce como blondín, se habrían fracturado por un mal diseño o ejecución.

Además, los responsables de FCC no prohibieron el traslado del hormigón con cargas suspendidas sobre los trabajadores, incumpliendo la normativa laboral, apuntó en su momento la juez.

Por todo ello, el Juzgado de Salas decidió imputar a cinco cargos de FCC y dos de la empresa que fabricó la cuba, si bien la Fiscalía ha optado por presentar acusación solo contra tres de ellos.