Alumnos del Colegio Santo Domingo de Guzmán, en Palencia
Alumnos del Colegio Santo Domingo de Guzmán, en Palencia - ABC
Educación

Ideas que marcan la diferencia educativa

Tres proyectos de centros de Palencia, Burgos y Valladolid figuran entre los galardonados en los Premios Nacionales de Educación

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Tres proyectos educativos de Castilla y León se han alzado con los Premios Nacionales de Educación en la enseñanza no universitaria correspondientes al año 2015 que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: el CEIP de Ana de Austria de Cigales (Valladolid), con el proyecto «Un cole de película», en la modalidad de Desarrollo de Competencias de Lectoescritura y Audiovisuales; el Colegio Santo Domingo de Guzmán de Palencia, con el «Proyecto Calíope. Estimulación de Competencias» (modalidad de Inclusión del Alumnado con Necesidades Educativas Especiales) y el programa «Planea emprendedores» desarrollado por la Fundación Caja de Burgos (modalidad de Emprendimiento).

Cuenta con el reconocimiento como centro «Smart» en Castilla y León, tienen el Premio Nacional de Bibliotecas Escolares, una mención especial de la Consejería de Educación por su fomento de la lectura, la certificación TIC 5 por su implantación de las tecnologías a la educación, otros reconocimientos en cuanto a mejoras e innovación y el CEIP Ana de Austria de la localidad vallisoletana de Cigales cuenta desde hace breves fechas también con uno de los Premios Nacionales de Educación.

El director del CEIP Ana de Austria, Luis Ángel Rojo, asegura que tras este nuevo reconocimiento están unos «buenos profesores», junto «al buen clima de trabajo del centro y a la disposición de todo el mundo para trabajar no sólo en el aula, sino haciendo cosas por el colegio».

Este centro trabaja por proyectos como metodología educativa, proyectos de los que ya llevan hechos doce, el último de los cuales ha sido el de «Un cole de cine». Este tenía como objetivo que los alumnos desarrollaran competencias básicas y, al mismo tiempo, conocieran diferentes contenidos relacionados con el cine.

El proyecto estaba pensado para todos los niveles educativos y las actividades diseñadas comprendían las tradicionales de lápiz y papel, pero también la utilización de recursos TIC, orales, en pequeños o en grandes grupos, etc. Pero también llevaron a cabo otras actividades generales relacionadas con el cine en las que participa todo el centro. Hasta hicieron una rueda de prensa con un director cinematográfico.

«No es un trabajo de un año, sino que es un proceso lento en el que lo más importante es la participación de todo el profesorado»

Según Rojo, este modo de trabajo «no es algo de un año sino que es un proceso lento en el que lo más importante es la participación de todo el profesorado» y sus actividades se centraban (como los proyectos anteriores) en el desarrollo de la lectoescritura y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). «Todos los años hacemos un proyecto global con toda la comunidad educativa implicada y los problemas y tareas, en lugar de estar descontextualizados, se abordan en un contexto para que el alumno haga más que resolver un ejercicio», explica Rojo.

¿Los resultados escolares mejoran con esta metodología? «Estoy convencido de que sí», responde tajante Rojo, que añade que «trabajar con proyectos es algo más que el ejercicio que viene en el libro; es una forma en que intentas resolver las tareas implicando también a parte de la comunidad educativa», de modo que «los alumnos adquieren las mismas competencias», pero de una forma «más motivadora».

Para el director del Ana de Austria, «estamos educando a los ciudadanos de dentro de veinte años y, por tanto, o vamos con los tiempos o no tiene sentido nada de lo que hagamos». Por eso, sus alumnos aprenden a leer y escribir como todos, adquieren conocimientos de matemáticas o de ciencias sociales como el resto, pero de otro modo: «hay cosas que hay que saber como leer, escribir, matemáticas… Y luego se pueden discutir otros conocimientos», comenta Rojo, que detalla que todo proyecto es evaluado, como lo son sus alumnos para saber si han adquirido competencias y conocimientos propios de su etapa educativa.

De enhorabuena están también en Palencia, ya que el Colegio Santo Domingo de Guzmán ha obtenido el Premio Nacional de Educación, que concede cada año el Ministerio de Educación, por un proyecto original del centro denominado Calíope.

Altas capacidades

El proyecto Calíope -impulsado por un grupo de profesores con alumnos de 1º de la ESO- empezó a funcionar, de manera pionera, en el curso 2013-14 con el objetivo de estimular al alumnado con altas capacidades.

Tal y como explicó una de las profesoras impulsoras de esta iniciativa, Noelia Feijoó, se trata de «dar respuesta a la diversidad de alumnos existentes en el colegio», así como motivarles a través de actividades lúdicas para que el rendimiento y aprendizaje sean aún mayores . «Consideramos que a través de la diversión se puede aprender más y mejor. Por eso desarrollamos una enseñanza multidisciplinar», señaló Noelia.

Estudiantes de Ana de Austria, de Cigales
Estudiantes de Ana de Austria, de Cigales

Para participar en el proyecto fueron seleccionados los alumnos más destacados, que no siempre son los que ostentan un mejor expediente académico. El primer paso fue sacar de la rigidez del aula aquellos conocimientos que pese a formar parte del currículum académico, se podían impartir de una manera más lúdica consiguiendo así, un mayor calado entre el alumnado.

«Habíamos detectado carencias por los alumnos más capacitados. Es básico y de justicia que a cada cual se le atienda según su capacidad e igual que atendemos de una manera especial a los niños que lo necesitan, también hay que encauzar y cuidar el talento», aseveró César Carbajo, otro de los profesores encargado de sacar adelante el proyecto.

Son grupos de tan solo 15 alumnos ya que, tal y como explica la profesora Noelia Feijoó, «se trabaja mejor con grupos reducidos». Durante la celebración de las sesiones se cuenta con el profesorado del centro, que dedica parte de su tiempo libre a incentivar a los mejores y más brillantes estudiantes: «no es extraño ver por la tarde a la profesora de Biología que acude al centro para enseñar a los alumnos a diseccionar un corazón», asegura Carbajo. En el proyecto participan también expertos ajenos al colegio que colaboran aportando ideas y enseñado -también al profesorado- nuevas técnicas de aprendizaje.

El Colegio de Infantil y Primaria Santo Domingo de Guzmán es el único centro escolar de Castilla y León que ha resultado premiado en la modalidad de Enseñanza Secundaria y el único centro concertado premiado a nivel nacional.

Con espíritu empresarial

La Fundación Caja de Burgos ha recibido el Premio Nacional a la Mejora del Éxito Educativo por su programa «Planea Emprendedores», con el que lleva más de una década despertando el espíritu emprendedor de los estudiantes desde Primaria a Bachillerato y Formación Profesional. Sólo este curso 2015-2016, más de 2.000 alumnos de 31 centros educativos participan en las distintas áreas de este programa dirigidas a la creación de cooperativas y planes de empresa.

Rosa Pérez, directora del Área Social de la Fundación Caja de Burgos, reconoce que es un programa al que tienen «especial cariño» porque aúna dos de sus objetivos generales, la educación y el emprendimiento. Y se hace con material didáctico propio, con guías para alumnos y profesores, y acciones específicas en las que los participantes pueden experimentar todo el proceso desde el registro de la cooperativa a la solicitud de préstamos y, finalmente, la venta de sus productos en una feria al aire libre.

Programa de Caja de Burgos premiado
Programa de Caja de Burgos premiado

Pérez explica que, a lo largo de estos años, se han ido incorporando novedades siempre con la colaboración de los profesores que desarrollan el programa «a lo largo de todo el curso». Desde la Fundación Caja de Burgos se organizan visitas a empresas e incluso un taller de presentación en público para que los alumnos puedan defender sus proyectos.

Con todas estas actividades se pretende recrear el mundo de la actividad empresarial e inculcar actitudes como el esfuerzo profesional, la innovación y el trabajo en equipo. Rosa Pérez destaca que todo se plantea «como un juego en el que se ponen sobre el tapete cuestiones como la asunción de responsabilidades, la innovación, la autonomía, la ética, la toma de decisiones, la planificación, el liderazgo, la cooperación, la solidaridad y el respeto a las normas».

Este programa ha recibido el Premio Nacional a la Mejora del Éxito Educativo y, como novedad para esta edición, la Fundación Caja de Burgos ha organizado sus propios «premios planea», con los que se distinguirá a las mejores cooperativas y planes de empresa creados por los alumnos participantes.

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