Sucesos

La huella de la oreja delata al acusado de robar en viviendas de Valladolid

Uno de los nueve pisos perpetrados pertenece a la madre de un magistrado de la Audiencia de Valladolid

ABC.ES

La huella de su oreja hallada en cada una de las puertas de las viviendas saqueadas en Valladolid capital entre los meses de octubre de 2015 y febrero de 2016 ha sido determinante para que el ciudadano de origen rumano Stefan C.L. optara por evitar la celebración del juicio y decidiera conformarse con una condena de dos años y ocho meses de cárcel , en lugar de los seis años y tres meses inicialmente solicitados por el fiscal.

Y es que la principal prueba de cargo contra su persona, el otograma o huella de su pabellón auditivo aparecido en la parte externa de las puertas de los inmuebles, signo indicativo de que el autor « pegó la oreja » para comprobar si había o no inquilinos en el interior, ha inclinado finalmente la balanza en favor de una sentencia de conformidad ante la dificultad de la defensa de argumentar un alegato exculpatorio convincente, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Así, el procesado, actualmente residente en Barcelona, ha decidido asumir la autoría de la oleada de saqueos , traducida en dos años y ocho meses de privación de libertad--la defensa baraja pedir la expulsión de España o el cumplimiento con todos los beneficios penitenciarios posibles--por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas y casa habitada, con la atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que Stefan C.L. ha consignado antes de la vista un total de 20.000 euros para hacer frente así al pago de las indemnizaciones correspondientes, fijadas en 20.890 euros y el equivalente de 300 libras esterlinas.

Junto al hecho anecdótico de que el ahora condenado se ha visto delatado por la huella de su oreja, prueba que en el ámbito criminalístico ya se viene utilizando desde hace años, con igual fiabilidad de las dactilares, se suma también en el presente caso el dato de que una de las víctimas de sus robos es precisamente la madre de un magistrado de la Audiencia de Valladolid.

Robo por escalo

Los hechos se remontan al 20 de octubre de 2015 cuando el procesado, junto con otra persona no identificada, penetró en el interior de dos viviendas situadas en el número 119 de la carretera de Rueda, después de acceder al jardín de la parcela y una vez allí trepar por la valla metálica y luego por las tuberías hasta llegar a la altura de las ventanas de las galerías de ambos inmuebles, que se encontraban abiertas.

Tras la comisión de sendos robos, en los que el autor se apoderó en una de las viviendas de joyas por valor de 825 euros y 450 euros en metálico y en la otra de 4.890 euros en artículos de joyería y 2.000 en dinero, el procesado inició una carrera delincuencial jalonada de otros siete asaltos durante los meses de diciembre de 2015 y febrero de 2016 en viviendas ubicadas en la calle Juan de Valladolid, Plaza de San Nicolás, calle Pío Baroja, Paseo de Filipinos, calle Curtidores--en ella no consiguió botín alguno--, calle Arado y de nuevo en la Plaza de San Nicolás.

Si bien en los dos primeros el ladrón utilizó el procedimiento del «escalo», en los siete posteriores logró entrar en los inmuebles tras romper el bombín de la puerta de entrada para, una vez en el interior, apoderarse de cuantas joyas y dinero encontraba a su paso, hasta alcanzar un botín próximo a los 21.000 euros.

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