Sergio Monge junto a una de sus grandes pasiones, la bicicleta
Sergio Monge junto a una de sus grandes pasiones, la bicicleta - F. BLANCO
Salud&Sociedad

«Héroes» de lo cotidiano

Deporte unido a salud y solidaridad convergen en la historia vital de Óscar Martín y Sergio Monge, dos vallisoletanos que han hecho de sus aficiones un vehículo de ayuda a otras personas

Valladolid Actualizado: Guardar
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A pesar de todo siguen existiendo «héroes» de la cotidianidad. Anónimos rostros que encuentran en la solidaridad y en el esfuerzo personal la mejor de las maneras de vivir esta vida. Con obstáculos físicos, mentales y existenciales, pero con la firme convicción de contribuir a la felicidad propia y ajena. De entre las muchas personas que podríamos mencionar nos encontramos con dos vallisoletanos que sin conocerse han hecho un tándem del deporte y la ayuda solidaria. En el caso de Sergio Monge, todo empieza hace cinco años «cuando me aficioné a esto de la bici y empiezo a plantearme restos personales».

De este pensamiento dirige sus pasos a la famosa prueba Titan Desert, «donde mi primera experiencia fue la de una caída importante y finalizar a 5 minutos del tiempo reglamentario», relata Sergio.

Pero lo más importante de esa experiencia para él fue conectar por el camino con Eva, «quien tiene un hijo con una enfermedad rara y con quien surgió una conexión que se ha convertido en una de las cosas más importantes de mi vida».

El próximo reto de Sergio Monge es superar el récord Guinness de pedaleo con 3.000 kilómetros

Fue concretamente la tercera etapa de esa carrera donde surge la fiebre tras la caída, «y donde conozco a Eva frente a un plato de arena del Sahara de 40 kilómetros y 48 grados de temperatura», junto a otras tres personas. «Completar ese tramo de forma conjunta, bajo una especie de código moral no hablado, y entrar a la vez por la meta me hizo saber que quería hacer de estas pruebas algo más que un reto personal».

El médico cooperante

En el caso del doctor Óscar Martín, la solidaridad le viene de «marca» y resulta difícil saber dónde no colabora. Vocacionalmente médico de familia ha trasladado esa «necesidad» de ayudar a los demás más allá de la consulta, para dar el paso a participar en la famosa embarcación Golfo Azzuro, encargada de dar asistencia a los refugiados en las aguas del Mediterráneo. Una experiencia que él no duda en calificar como «muy dura pero a la que yo no puedo dar la espalda».

Conoce también de primera mano dos de los mayores campos de refugiados de Europa, Calais en Francia e Idomeni en Grecia, donde ha colaborado en diversas ocasiones. Además, es parte activa de la Asociación «Amigos de Zambia» de donde ha regresado recientemente siempre cargado de historias personales e incluso con retos médicos que han traspasado fronteras.

Lucha contra el cáncer

Pero quizá uno de sus mayores proyectos fue su lucha contra el cáncer que experimentó hace dos años y que, al final, le ha llevado a escribir un libro de su experiencia personal. En realidad Óscar escribía su diario personal como una ocupación más que realizar durante su proceso de recuperación, «y fue una persona la que, pensando en el resto de colaboraciones solidarias en las que participo, quien me animó en la idea de plasmarlo todo en un libro».

A pesar de ser médico, en esta publicación titulada «Mi maratón contra el cáncer», «hablo como paciente, que es como siempre me he posicionado frente a la enfermedad», ofreciendo consejos a enfermos y familiares «pero en un lenguaje cercano y accesible».

El doctor Óscar Martín del Barco, posa con su libro y con sus zapatillas
El doctor Óscar Martín del Barco, posa con su libro y con sus zapatillas - F. HERAS

Pero junto a ello, Óscar ha tratado de hablar de lo importante que ha sido para él la cooperación dentro de este proceso de lucha contra la enfermedad. «Hablo de un viaje que hice a Gambia con la asociación con la que colaboro y la importancia que la ayuda humanitaria puede reportarte personalmente también». Entre los capítulos más emotivos para este médico, está el dedicado al homenaje que le rindieron en la Carrera popular de «La Salchicha» en la localidad vallisoletana de Zaratán. «Fue la única carrera que corrí durante el tratamiento, aunque después sí que he corrido una prueba a favor del Centro de Investigación contra el Cáncer de Salamanca».

Salud, deporte y solidaridad

Deporte unido a salud y solidaridad convergen en la historia personal y vital de estos dos vallisoletanos, quienes de forma diferente están tratando de trasladar sus esfuerzos a favor de otras personas.

Tanto es así que Sergio Monge, tras su primera Titan Desert, repitió experiencia, «esta vez a favor de un amigo mío que había tenido un accidente de moto muy importante». Al año siguiente puso en marcha el reto de «24 horas por Nacho», que consistió en pedalear sobre una bicicleta anclada durante ese periodo de tiempo «lo que me supuso recaudar 5.000 euros para la asociación en la que está el hijo de Eva».

F. BLANCO
F. BLANCO

A estas dos experiencias sumó un reto nuevo, dirigido en esta ocasión a la lucha del cáncer de mama y la entidad «We can be heroes». Entonces, su objetivo se centró en hacer la tirada más larga de España en bicicleta anclada de forma ininterrumpida. «Finalmente recorrí 1.000 kilómetros y la recaudación se elevó a los 17.000 euros». Todo ello lleva a Sergio a plantearse constituir una Plataforma llamada «Titanes» junto a un par de amigos, «con la única filosofía de afrontar retos y proyectos deportivos que nos conviertan en mejores personas a través de los valores del deporte». Así, dieron el salto al continente asiático y decidieron afrontar nuevamente un reto a favor de Nacho, en esta ocasión la famosa Mongolia Bike Challenge, que consistió en recorrer 850 kilómetros a lo largo de siete durísimas etapas. Actualmente Titanes se encuentran desarrollando tres proyectos muy diferentes. Por un lado, «los terceros jueves de cada mes hacemos charlas de motivación en los cines del Centro Comercial Vallsur».

Óscar Martín ha participado en el barco Golfo Azzuro de rescate de refugiados en el Mediterráneo

Además, «recibimos la petición de una persona de la entidad Asprona Ponferrada para poder participar en la Titan Desert, una experiencia increíble». Según detalla, se trata de una persona que contará con el apoyo de una profesional de la asociación pero también con el acompañamiento de Sergio. «Ya hemos estado con él en un entrenamiento y sólo podemos decir que nos sentimos agradecidos por no hacer nada, porque nuestra presencia realmente se traduce en el concepto de la nada», afirma Monge. El último de los grandes retos de este año para Sergio y su Plataforma Titanes es conseguir superar el Récord Guinnes de pedaleo. «Tengo que alcanzar los 3.000 kilómetros en un tiempo de 6 días, lo que me va a suponer pasar 20 horas encima de la bici cada día, con sólo 4 horas de descanso, y todo ello para recordar a Nacho y ayudar a la asociación de Dent a la que pertenece».

Esfuerzo, dedicación, sacrificio son elementos que forman parte de la vida diaria de estos dos vallisoletanos que ponen rostro a la solidaridad y que representan una forma de vida que , por suerte, siguen cada vez más personas.

«En mi caso finalizar el maratón de París supuso un reto personal increíble pero ahora lanzar este libro y seguir ayudando a diversas entidades representa algo realmente importante, y espero poder conseguir alcanzar los objetivos», asegura Óscar. Para los interesados en hacerse con un ejemplar, se encuentran a la venta en Runvasport y la Farmacia Pinilla Mateos, en Valladolid, en la Clínica FosioNova en Zaratán, y en la tienda Perendengues en Salamanca.

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