La gestora, en Valladolid

Día 20 de febrero de 2017. Estación del Norte de Valladolid. 17,30 horas. AVE Madrid. Saltan las alarmas. ¡Mario Jiménez está en Valladolid! El portavoz de la actual comisión gestora del PSOE camina solo por los andenes. No se sabe si se va o si llega... Los móviles de los socialistas de la Comunidad detractores de Susana Díaz comienzan a recibir whatsapps con muchas exclamaciones. Y no es para menos. ¿Cómo puede ser que la voz de la gestora acuda a Valladolid y no lo sepa nadie de la Ejecutiva regional ni provincial? A Jiménez se le presupone una neutralidad exquisita en este proceso de precandidaturas de cara a las primarias y al congreso socialista, aunque sobra decir que es el número 2 del PSOE andaluz y el «fontanero» de Susana Díaz desde hace mucho tiempo.

«Sería muy grave que estuviera para un acto de partido», comentan muchos dirigentes provinciales.

Éste que escribe habló ayer con el dirigente andaluz, quien, con cierto gracejo, no negó su presencia en la capital del Pisuerga y explicó que él viaja mucho por España. Eso sí, como era de esperar, sostuvo que ni mucho menos vino a ningún encuentro con nadie del PSCL. Igual tiene una tía vallisoletana que nadie conoce... Tampoco los afines a Susana Díaz soltaron prenda, aunque conocían de su presencia en la Comunidad.

Sin embargo, todo esto suena a contubernio político y algo parecido ya se vivió en la Comunidad el pasado mes de septiembre con aquella extraña y sorprendente visita de Susana Díaz a Zamora a «título personal», pero con encuentros con muchos socialistas que ahora la arropan y gustan de hacerse fotografías con ella. Resulta, además, paradójico que esto ocurra justamente dos días después del éxito de público del mitin de Pedro Sánchez en Valladolid...

La neutralidad de la gestora no es una opción, sino una obligación, y Mario Jiménez lo sabe. A pesar de ello, parece que en los últimos tiempos todo vale en el seno del PSOE, por lo que los nervios son más que normales en un partido tan fracturado y con tantas batallas internas como el de Castilla y León. Al menos, reconozcamos que a los grandes líderes socialistas últimamente le interesa más de lo que pensábamos los militantes y los votos de esta tierra.