Empresas
Galletas en familia
La Flor Burgalesa facturó 14 millones de euros en 2017 y destina casi un 10 por ciento de su producción a exportar
La Flor Burgalesa se ha convertido en una de las galleteras de calidad en España aunque mantiene su esencia de empresa familiar, como la ideó a mediados del siglo pasado su fundador, Afrodisio Pérez cuando logró crear una pequeña panadería que fue el embrión de la marca, que hoy se comercializa como Florbú y el año pasado facturó unos 14 millones de euros, además de acometer 2,4 millones de euros de inversión. El pequeño negocio familiar tiene presencia en toda España y destina el 9 por ciento de su producción al mercado internacional, fundamentalmente Portugal, Francia, Italia, Marruecos, China, Argelia y Chile.
La empresa galletera, ya desde hace varios años, se encuentra inmersa en numerosos proyectos que abarcan no solo el lanzamiento de nuevos productos, sino también la adquisición bienes y ampliación de sus infraestructuras, lo que tiene una influencia directa sobre sus planes de futuro. Actualmente cuenta con más de 80 trabajadores, aunque su presidenta e hija del fundador, Milagros Pérez, asegura que intentan mantener la cercanía que aprendieron de su padre, incluso preocupándose por cualquier problema personal e intentando conocer la situación de cada uno de ellos. También se muestra orgullosa de que dos de los nietos del fundador se hayan incorporado también a la planta galletera, lo que parece garantizar una tercera generación.
Ampliación en 2016
A finales de diciembre de 2016 finalizaban las obras de acondicionamiento de la nave que la empresa adquirió junto a su fábrica actual para el almacenamiento de materias primas y auxiliares. La nueva nave, Florbú 2, se ubica en un terreno de 5.000 metros cuadrados, 2.500 de ellos construidos. La ampliación se hizo necesaria tras la reciente adquisición de una nueva línea de horno para galleta rotativa, por valor de 6 millones de euros, que ya ha sido instalada en la fábrica actual. La nueva sección, ubicada en el espacio que antes ocupaba el almacén, permitirá aumentar en un 30 % la producción de la empresa, además de fabricar nuevas referencias y tipos de envasado.
De hecho, en este momento, Florbú cuenta en su planta con dos líneas de barquillo y otras dos de galleta rotativa que, a pleno rendimiento, son capaces de producir más de 10 millones de kilogramos al año, lo que supone incrementar un 30 por ciento su capacidad actual. Además, permitirá elaborar galletas rellenas, algo que no se podía hacer con la maquinaria de la que disponía hasta ahora. La primera galleta rellena de chocolate, Little Chock, ya se ha lanzado al mercado. De forma paralela se ha incorporado a esta máquina un final de línea que permitirá realizar el envasado en cartón, para lo que la empresa no tenía capacidad hasta ahora.
Los volúmenes invertidos en los últimos años hacen que la empresa se haya modernizado de forma notable. Sin embargo, solo para este 2018 está prevista la inversión de otro medio millón de euros, sobre todo para pequeña maquinaria, según ha explicado la presidenta del Consejo de Administración.
Por si fuese poco, la firma ha comenzado el año con cambios importantes en su organigrama, sobre todo con un nuevo director general, José Antonio Iniesta, quien ocupa el cargo en lugar de José Manuel Balseiro, al frente de la compañía durante veinte años, que deja el día a día para ocuparse del área estratégica. Han sido dos décadas de dedicación marcadas por la innovación y por el crecimiento en nuevos mercados, lo que han permitido que la empresa haya evolucionado exponencialmente.
El nuevo director general destaca por su perfil especializado en marketing y ha capitaneado esta área dentro de compañías como Nestlé y Lacasa. Al mismo tiempo se ha reformado el Consejo de Administración, que pasa a estar conformado por la presidenta, María Milagros Pérez; el vicepresidente, José Manuel Balseiro; y los consejeros Daniel Balseiro, Ángel Juan Pérez y Javier Payno.
Aniversario
La empresa fabricante de galletas y barquillos, Florbú, recibe 2018 con una celebración muy especial, su 70 aniversario. Además, se cumplen 20 años desde su instalación en el polígono de Villalonquéjar de la capital burgalesa.
