Funcas alerta de la «fragilidad» de la economía regional

La economía de Castilla y León ha seguido una senda «menos favorable» que la española debido a la «debilidad» del desarrollo antes y durante la crisis, según revela el último número de «Papeles de Economía Española», editado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). El informe alerta sobre su «fragilidad», por su dependencia del crecimiento de otros territorios y del proceso de redistribución de rentas que tiene lugar en el contexto del conjunto del Estado.

En ese sentido, el estudio consultado por Ical sostiene que la economía autonómica presentó un peor comportamiento debido al «insuficiente» nivel de Producto Interior Bruto (PIB) por habitante, que asegura es el resultado de la «baja» productividad y de la «permanente» dificultad para la creación de empleo. Además, añade que la escasez de trabajo afecta a uno de los problemas principales de Castilla y León, la emigración y la despoblación.

Asimismo, Funcas argumenta que esta situación se ha agudizado con la crisis debido a que la Comunidad presenta una economía «frágil» , donde buena parte del bienestar de sus habitantes depende de otras autonomías y de las transferencias públicas. Aunque valor el papel de Castilla y León en el desarrollo general del país, destaca que el suyo ha sido «débil», ya que recala que su «fragilidad económica es manifiesta».

Al respecto, argumenta que esa debilidad surge como el resultado de cinco fenómenos . Destaca el retraso en la incorporación a los procesos de industrialización; la insuficiente acumulación de capital físico, tecnológico y humano; el excesivo peso relativo de sectores de baja productividad; las carencias de la gobernanza regional y un sistema urbano que no genera externalidades suficientes para atraer inversiones.

No obstante, Funcas observa una convergencia del PIB per cápita con la media nacional, que atribuye a la evolución de la población, que se ha reducido en los últimos años. Si bien el PIB per cápita continúa por debajo del español, la renta disponible bruta de los hogares de la Comunidad -remarca- es superior a la media nacional, también como consecuencia del efecto de la redistribución.

El informe sostiene que entre 2008 y 2013 la economía española registró una contracción anual equivalente del 1,53 por ciento, mientras que en el primer año de recuperación creció el 1,26 por ciento. Así, Castilla-La Mancha y Melilla registraron caídas en su PIB per cápita superiores a la media e incluso continuaron con disminuciones en 2014.

Le siguen, aunque ya con leves crecimientos, Andalucía y Murcia. En el extremo contrario, se encuentran La Rioja, Madrid y Cataluña, donde el PIB per cápita cayó menos que la media durante la crisis y el cambio hacia una tendencia alcista en 2014 fue más significativo.