Folk y arte para revitalizar el medio rural

La localidad burgalesa de Villangómez volverá a vivir el sábado una nueva edición del Festival Pollogómez Folk que se amplía con un encuentro internacional de muralistas que arrancó ayer y cuyas obras se convertirán en una «ruta de murales» que pretende contribuir a la promoción y el desarrollo cultural del municipio.

Los organizadores del festival Pollogómez querían «ir más allá» del atractivo puntual de este encuentro, cuya séptima edición será el próximo sábado 20 de agosto, y han apostado por la creación de once murales que quedarán de forma permanente en el pueblo.

A través del movimiento internacional de muralistas Italo Grasso, una veintena de muralistas se encuentran desde ayer en esta pequeña localidad burgalesa donde realizarán sus obras a lo largo de esta semana tomando como inspiración la música y la literatura.

Rodrigo Barriuso, miembro de la organización, explica que el lema general del encuentro de muralistas es «por la cultura en el medio rural» y se ha dado libertad creativa a los participantes cuya historia quedará, además, ligada a la de Villangómez. Y es que el objetivo es promocionar el pueblo a través de esta ruta de murales donde, cada obra, incluirá un cartel con códigos QR en los que, a través del teléfono móvil, el visitante podrá descargarse información del municipio y de los artistas que crearon cara mural.

El viernes se inaugurará oficialmente esta «ruta de murales» en una jornada previa del festival, que será amenizada por el grupo Lobocordero de Burgos. Será la antesala al VII Pollogómez Folk, que mantiene su objetivo de ofrecer actividades para todos los públicos y espera volver a reunir en Villangómez el sábado alrededor de 4.000 personas.

Los irlandeses Perfect Friction serán el plato fuerte de esta edición y estarán acompañados por los grupos Carrión Folk (Palencia) y The Taverners (Burgos). Estos conciertos son el momento álgido del festival folk, pero Rodrigo Barriuso destaca que durante todo el día hay actividades para todas las edades, entre ellas, un mercado tradicional, una concentración de motos antiguas y talleres infantiles. Por el momento, el encuentro de muralistas que tiene lugar ya estos días se enmarca, según Barriuso, en la idea de seguir ampliando la programación de actividades a lo largo del año, una vez consolidado el festivalque cumple siete años con un «público fiel» al que cada vez se suman más aficionados a este tipo de música y de actividades en el mundo rural.