La profesora y escritora Susana Gómez Redondo
La profesora y escritora Susana Gómez Redondo - CÉSAR SANZ
Educación

«Las editoriales están cada vez más preocupadas por aunar literatura y pedagogía»

Tras cinco cuentos publicados en España, la profesora de la Universidad de Valladolid y autora Susana Gómez Redondo consigue entrar en el mundo literario infantil alemán, brasileño y chino

Valladolid Actualizado: Guardar
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Tras escribir «alguna cosa» para adultos, llegó al mundo de la literatura infantil fruto de una serie de «casualidades», entre ellas, su maternidad. Luego, fue todo «un poco rodado», y después de publicar cinco cuentos infantiles, el mundo que Susana Gómez Redondo, profesora en la Facultad de Educación del campus soriano de la Universidad de Valladolid, traslada al papel ha dado el salto internacional, ya que tres de sus obras han sido demandadas por los mercados alemán, brasileño y chino. Es precisamente el reclamo de este último país el que más ha sorprendido e «ilusionado» a esta docente. En poco tiempo está prevista la publicación en el país oriental de su último trabajo, «Helio con hache», que narra desde el punto de vista de un niño la llegada de un hermanito.

«Me imagino que tiene que ver con la apertura del país y el fin de su política de hijo único», razona la profesora.

La edición china llegará tres años después de que la prestigiosa editorial alemana Peter Hammer Velag se fijase en "El día que Saida llegó", cuento que va a por la tercera edición en sus versiones catalana y española (Takatuka, la editorial para la que trabaja, edita siempre en ambos idiomas) y que se ha traducido también al portugués para el mercado brasileño.

Susana Gómez no cree que la literatura infantil sea «ni más ni menos universal» que cualquier otro género, aunque sí dice que «hay muchos países» que están apostando «muy fuerte» por ella, como es el caso de los asiáticos. Además, en España, continúa, es uno los géneros que ha resistido mejor la crisis: «Si alguno gozaba de una salud mediana en lo que a literatura se refiere era el infantil».

Como formadora de futuros docentes, ve que cada vez hay más maestros que quieren estar al día en el mundo de la literatura infantil, al mismo tiempo que el mercado editorial está más preocupado por «aunar el aspecto pedagógico y didáctico con el libro infantil». A sus alumnos les insiste que, a la hora de elegir un libro como herramienta didáctica, también tengan en cuenta su calidad. «Estamos formando lectores con un gusto estético y artístico; no sólo trabajando los colores», asegura esta autora para quien literatura infantil «no significa un subproducto. Un niño merece todo el respeto como lector y las obras que van dirigidas a ellos tienen que tener la misma calidad literaria que cualquier otro género». Y añade: «A veces, los maestros, por su profesión y ganas de enseñar, se fijan más en el aspecto pedagógico y no tanto en el artístico y literario, y debe ser un binomio».

«Hay que tener siempre presente que el niño merece un respeto como lector, y además, tratar de que la mirada extraña del escritor sea algo que al pequeño le pueda gustar, enganchar y entender»

Respecto a su trabajo de autora, asegura que el reto a la hora de escribir literatura infantil es lograr ponerse «a la altura de un niño. Despojarse un poco del ropaje de adulto y agacharse, pero tampoco pasa nada por incluir palabras o conceptos que no lleguen a entender porque también es importante el aprendizaje». Para Susana Gómez Redondo, «hay que tener siempre presente que el niño merece un respeto como lector, y además, tratar de que la mirada extraña del escritor sea algo que al pequeño le pueda gustar, enganchar y entender». Siempre con ese fin, dice esta autora que ella nunca ha tirado de una «imaginación excesiva» para sus obras: «Mis temas siempre han partido del universo cotidiano tratado con un toque literario y con un poco de humor». Una forma de trabajar que parece haber gustado mucho más allá del mercado español y que supone un «orgullo» para el campus, señala el vicedecano de la Facultad, Juan Romay.

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