El cartel de la 61 edición de la Seminci luce ya en la fachada del Teatro Calderón de Valladolid
El cartel de la 61 edición de la Seminci luce ya en la fachada del Teatro Calderón de Valladolid - F. HERAS
Seminci

Desgranar una espiga antes de tiempo

Cinco títulos aparecen en el primer plano de la Sección Oficial de la Seminci, entre ellas, las películas de Asghar Farhadi, Yoji Yamada y Goran Paskaljevic

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Un vistazo previo a la Sección Oficial de esta edición de la Seminci nos permite, con esa desconfianza necesaria que ofrece el mero prejuicio, construir ahora unas ideas sobre el programa que luego la realidad y el juicio tal vez nos las derrumben. Hasta entonces, podría decirse que hay cinco pilares en ella, o sea, cinco títulos que por unas razones o por otras aparecen en primer plano:

La película del iraní Asghar Farhadi, «The Salesman», un director que desde su pequeña y complicada cinematografía ha conmovido al mundo entero con títulos como «Nader y Simín» o «El pasado», y que con este drama matrimonial, profundamente intenso y que refleja a la mujer y a la sociedad iraní con máxima crudeza, alcanza niveles parecidos de emoción y reflexión.

Su proyección impresionó en el último Festival de Cannes, y ganó el premio al mejor actor y mejor guión.

La película japonesa «Maravillosa familia de Tokio», de Yoji Yamada, un cineasta sublime y capaz de solaparse al mismísimo Ozu en «Una familia de Tokio», título con el que ya ganó aquí la Espiga de Oro hace tres años. Ahora, vuelca toda su espiritualidad en una historia sobre el divorcio de unos abuelos con un pie en la comedia y otro en el drama.

La argentina «El ciudadano ilustre», de Gastón Duprat y Maraino Cohn, película que ha sorprendido en el último Festival de Venecia, donde su protagonista, Óscar Martínez, ganó el premio de interpretación. Inenarrable relato del regreso a su pequeño pueblo argentino del escritor Mantovani, ganador del Nobel.

«Tierra de dioses», del serbio Goran Paskaljevic, que ha conseguido ya tantas Espigas de Oro que podría hacer un pan de exposición. También habla de un regreso a los orígenes, el de un hombre a su aldea en el Himalaya. Tan visual y elocuente que no habría que descartarlo para el Palmarés a pesar de su reincidencia.

«Locas de alegría», del italiano Paolo Virzi, el de «El capital humano», que tiene como puntos de atracción a su pareja de personajes femeninos, dos mujeres que se escapan del centro psiquiátrico, y más especialmente en la pareja de actrices que la interpretan, Valeria Bruni Tedeschi y Micaela Ramazzotti.

Casi en el mismo primer plano aparecen, lógicamente, las películas españolas en la Sección Oficial, «Las Furias», de Miguel de Arco, y «La madre», de Alberto Morais. La primera, abre este sábado la 61 edición del Festival y es un drama familiar atiborrado de interpretación y actores, con Sacristán, Sampietro, Bárbara Lennie, Emma Suárez, Carmen Machi… Y la segunda, también un profundo drama familiar centrado en la relación de una madre «dispersa» (Laia Marull) y un adolescente que se debate entre el deseo de acercarse a ella y la urgente necesidad de alejarse, interpretado con mucho ceño por Javier Mendo.

Otras dos películas, «Anatomía de la violencia», de la directora indocanadiense Deepa Mehta, de especial dureza al tratar la violación de una joven en un autobús de Nueva Delhi, y la brasileña «Aquarius», de Kleber Mendonça Filho, centrada en un peculiar y terco personaje que interpreta con enorme fuerza y atractivo Sonia Braga.

Con voluntad de sorprender

Y en el programa, con voluntad de sorprender hay varios títulos de cinematografías menos habituales, como Irán, Túnez, Egipto, Colombia, Israel…, que ofrecen un variado panorama y unos relatos con esa especia de dureza, tragedia y cultura que tanto aprecian los jurados de festival de cine.

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