Las Cortes piden a la Junta que acople las vacaciones escolares a la Semana Santa

«Atendiendo a la demanda social existente», el propio Partido Popular intenta apagar el fuego desatado por la Junta de Castilla y León -cuyo gobierno sustenta- a cuenta del calendario escolar del próximo curso (2018-2019), en el que las vacaciones del final del segundo trimestre no coincidirán enteramente con la Semana Santa, sino que se extenderán desde el Miércoles Santo a la siguiente semana, por criterios técnicos para el equilibrio entre periodos lectivos, según el departamentos que dirige Fernando Rey. Una decisión que ha puesto sobre todo en pie de guerra a las cofradías de las localidades donde la Pasión tiene más arraigo. No quieren que la polémica se repita. Así, las Cortes aprobaron ayer sin votos en contra (con el apoyo del PP y Ciudadanos y la abstención de PSOE, Podemos, IU y UPL) instar a la Junta a que en la elaboración de los «próximos» calendarios escolares «se tenga en cuenta, desde el máximo consenso y diálogo» con la comunidad educativa, las familias, las instituciones locales y los agentes económicos, sobre todo del sector servicios, que este periodo vacacional «coincida con los días de celebración de Semana Santa».

Una demanda con la que, según expuso el popular Ángel Ibáñez, se atiende a la «demanda social existente», así como la conciliación de la vida familiar y la creación de empleo vinculado a esta celebración, «teniendo en cuenta el potencial cultural, patrimonial y turístico que supone para nuestra Comunidad». De cara al próximo curso -el de la polémica y con el cuadrante lectivo ya aprobado- la propuesta que salió adelante durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad sólo insta a la Junta a la aplicación de la normativa vigente «con la mayor flexibilidad posible».

Ésta fue una de las 64 iniciativas presentadas por los grupos que salió adelante en la última jornada del Debate de Política General. En ella, de nuevo el carbón volvió a concitar también el apoyo de toda la Cámara, aunque no por igual en las diferentes iniciativas de los grupos presentadas. La que más éxito logró fue la del leonesista Luis Mariano Santos, en la que se pide a la Junta «ampliar» la inversión en el Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros así como exigir al Gobierno que también aporte, así como «defender» que el mineral autóctono tenga su hueco en el mix energético y las centrales térmicas como una «garantía de empleo». También con apoyo de las seis fuerzas sentadas en la Cámara prosperó la iniciativa de Podemos para elaborar un plan de investigación que permita dar un uso «no energético» al carbón. Y también se aprobó, aunque con la abstención de Cs «urgir» al Gobierno central a establecer una «compensación por servicio público, mediante la que se establezca un procedimiento de entrada preferente en el mercado para las centrales térmicas que utilicen carbón nacional». Un procedimiento «ligado» a contratos «estables» de compraventa de mineral «a precios internacionales» entre compañías eléctricas y mineras. La propuesta también señala que la autorización de esa compensación «tendrá consideración de ayuda de Estado» y «deberá ser inmediatamente tramitada ante la Comisión Europea».

Reforma electoral, no

Menos suerte corrió una iniciativa más controvertida, como la reforma de la Ley Electoral. Tanto Ciudadanos como IU pedían su impulso en sendas propuestas de resolución, aunque con diferentes matices, pero el voto en contra del PP las tumbó.