Silvia Clemente, ejerciendo de repostera en el convento San José de Toro
Silvia Clemente, ejerciendo de repostera en el convento San José de Toro - M. ÁLVAREZ
Ocio

Las Cortes caen en la «dulce tentación»

Una veintena de conventos de la Comunidad muestra su repostería en la sede del Parlamento autonómico

ZAMORA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Silvia Clemente fue la primera en caer en la tentación en Toro y a partir de hoy también podrán darse el placer de probar un dulce celestial quienes se acerquen este fin de semana a la sede de las Cortes de Castilla y León. El Parlamento regional abre sus puertas a los conventos de clausura y lo hace con unas jornadas denominadas «Dulce tentación», que dan a conocer las rosquillas del ángel, los tocinillos de cielo o los higos y hatillos de Santa Teresa que se elaboran en obradores conventuales de la región. La presidenta de las Cortes se metió ayer en harina y en la presentación del evento, en el convento de San José de Toro, no dudó en ponerse el delantal, coger el rodillo, utilizar los moldes de pastas y meter las bandejas en el horno.

El trabajo que habitualmente efectúan las carmelitas descalzas en este monasterio toresano la desempeñó ayer Clemente, tutelada por la madre Ana. La superiora de este convento se mostró encantada de guiar a la presidenta de las Cortes en la «Dulce tentación» y valoró la iniciativa que el fin de semana lleva al Parlamento regional la repostería guiada por la mano de Dios de veinte conventos. Se trata de que «conozcan nuestros dulces para que quien quiera pueda venir a comprarlos», explica la madre Ana, que reivindica que, aunque los conventos de clausura sean «una minoría», también formen parte de la riqueza de Castilla y León. De hecho, al margen de lo rica que pueda estar la repostería conventual, los monasterios de Castilla y León atesoran un valioso patrimonio por sí mismos que se divulgará este fin de semana con motivo de la «Dulce tentación». Para ello, un folleto dará a conocer los conventos visitables en la región, que está a la cabeza de España en patrimonio monástico. De hecho, uno de cada cinco conventos y monasterios catalogados como Bien de Interés Cultural en el conjunto del país se encuentran en esta comunidad, donde existen 112 de los 557 inmuebles de vida contemplativa declarados BIC.

Perfil en Facebook

Algunos de ellos, como el que ayer visitó Silvia Clemente, son un ejemplo de adaptación a los nuevos tiempos. Las monjas del convento de San José se iniciaron en la repostería porque «Santa Teresa quería que trabajásemos», indica la madre Ana. Hace medio siglo cambiaron el mandil por el dedal y se dedicaron a la costura, posteriormente elaboraron rosarios y escapularios y hace tres años y medio, ante la crisis que también pasó factura a ese negocio, retomaron su actividad laboral inicial. Hoy, las carmelitas descalzas de Toro tienen hasta perfil en Facebook, que inicialmente crearon para dar a conocer sus productos de repostería pero que finalmente han utilizado para divulgar los actos del V Centenario del nacimiento de la fundadora de la orden. Aún así, la madre Ana confiesa que apenas tienen tiempo de entrar en internet porque entre pastas celestiales y oraciones a Dios apenas hay hueco para la vida terrenal. Los que sí tengan tiempo para los placeres mundanos pueden pasarse este fin de semana por la sede de las Cortes de Castilla y León para poner a prueba su gula ante la repostería conventual de la Comunidad Autónoma.

Ver los comentarios