Un joven conductor está siendo sometido a un control de drogas
Un joven conductor está siendo sometido a un control de drogas - ABC
Sociedad

Los conductores reincidentes en positivo por alcohol y droga serán derivados a un tratamiento especial

El nuevo Plan sobre Drogas de Castilla y León pone también el foco en los jóvenes con el fin de luchar contra el consumo temprano

Valladolid Actualizado: Guardar
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Tres ciclistas muertos tras ser atropellados en Valencia por una conductora ebria y que dio positivo en drogas, además de ser reincidente, un policía local fallecido después de que un hombre al volante con exceso de alcohol se lo llevara por delante en A Coruña... Y todo en menos de un mes. Son la muestra más dura y dramática del peligro de combinar conducción y estas sustancias, y contra el que pretende luchar el VII Plan Regional sobre Drogas 2017-2021 aprobado ayer por la Junta de Castilla y León, con especial atención en los jóvenes y menores de edad para «minimizar» su consumo y retrasar un inicio ahora «muy precoz».

Además, entre las novedades, según destacó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, las medidas dirigidas a la «reducción de los accidentes de tráfico relacionados con el consumo» de alcohol y las drogas, entre las que se incluyen programas específicos de formación y asesoramiento a las personas «reincidentes» en la conducción bajo los efectos de estas sustancias.

Además, se les derivará a centros específicos de tratamiento «cuando se constante la dependencia». Un grupo técnico de trabajo decidirá el protocolo de actuación, aunque ya se han establecido contactos con la DGT (Dirección General de Tráfico) y la idea es trabajar con asociaciones de alcohólicos rehabilitados. De hecho , «ya existen experiencias» en este sentido en Palencia y Zamora en las que se fijarán.

Reducir los riesgos y daños tanto en los propios consumidores que no pueden o no quieren dejar su consumo así como en las personas de su entorno sustenta una de las cinco líneas estratégicas del plan, con 74 medidas en total, 23 de ellas nuevas, dotado con 48 millones de euros para su desarrollo. Por eso se fija de forma especial en los colectivos vulnerables. Entre las acciones «novedosas», destacó García, la atención y protección a mujeres drogodependientes embarazas, apoyo a las familias que sufran en su entorno consumo de drogas, actuaciones de sensibilización con jóvenes que han tenido problemas por el abuso del alcohol o programes específicos dirigidos a parejas e hijos de dependientes y menores que hayan sufrido maltrato o abandono por causa de la dependencia de sus padres.

Los menores y los jóvenes son, de hecho, uno de los colectivos en los que se pone especial énfasis en este plan que busca la «reducción» del consumo de alcohol y drogas con la «implicación de toda la sociedad» y la «corresponsabilidad» en esta lucha, y que parte de las aportaciones de expertos, administraciones, organizaciones y experiencias previas. No en vano, el promedio de la población escolar que fuma sigue siendo mayor en Castilla y León que en el conjunto nacional: en 2014 (último dato) el 10,3% de ellos lo hacía a diario, frente al 18,4 de 2008. Pero ha crecido el porcentaje de los que reconocen haber consumido alcohol en los últimos 30 días: casi tres cuartas partes. Unos datos «preocupantes», lamentó la consejera, de los que también se desprende que cuatro de cada diez se ha dado un «atracón» en el último mes y casi un tercio se pilló una borrachera. Mil menores pasaron por los servicios de urgencias médicas en 2016 por estos motivos. Al contacto «edades muy tempranas» con el alcohol y el tabaco se suma el consumo del cannabis, la droga ilegal más consumida y que supuso el 20,3% de las urgencias hospitalarias por abuso de sustancias estupefacientes en 2014. La bebida es la droga «más aceptada» y con gran «tolerancia social».

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