Turismo

Castilla y León continúa líder en turismo rural y atrae a uno de cada cinco viajeros

Superó los 748.000, un 4,6 % más que el año anterior, la mayoría procedentes de Madrid

Turistas en un alojamiento rural en Salamanca ICAL

I. JIMENO

Mas de 94.000 kilómetros cuadrados para disfrutar de un rico patrimonio natural y cultural con dos parques nacionales (Picos de Europa y Guadarrama), tres ciudades Patrimonio de la Humanidad (Ávila, Salamanca y Segovia) y otros cuatro lugares elevados al más alto reconocimiento por la Unesco (el yacimiento burgalés de Atapuerca, el salmantino-luso de Siega Verde, el Camino de Santiago y la Catedral de Burgos), aderezados por más de 2.000 bienes de interés cultural, reservas, monumentos naturales, iglesias, palacios, castillos, ermitas... La carta de presentación de Castilla y León para los viajeros, y que cada año logra más adeptos.

Una vez más la Comunidad cerró ejercicio como líder en turismo rural. A la cabeza en 2017 tanto en viajeros que optan por un destino de interior como en pernoctaciones. Y con subida respecto al ejercicio anterior. Con un empuje del 4,6 por ciento, el número de turistas se elevó hasta los 748.307 (32.605 más que en 2016), que sumaron 1.663.423 noches alojados en alguno de los 3.429 establecimientos de turismo rural de la Comunidad.

En el cajón más alto del pódium, acaparó una quinta parte de los viajeros que optaron por el turismo rural en 2017, según los datos de la Encuesta de Ocupación de Alojamientos Extrahoteleros publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y más de un 15 por ciento de las pernoctaciones contabilizadas en el conjunto de España (más de 10,98 millones). Se colocó, además, a distancia de la segunda clasificada en número de viajeros, Cataluña (435.606), y estancias, Andalucía (más de 1,2 millones).

«La valoración es muy positiva», con «cifras históricas en todos los ámbitos y vertientes», destacó el director general de Turismo, Javier Ramírez, a la luz de unos datos que «corroboran una evolución muy positiva» que «nos refuerza» como «primer» destino turístico rural. Aunque con crecidas tanto en viajeros como en pernoctaciones, lo hicieron a un menor ritmo que en el conjunto de España, donde subieron por encima del diez por ciento en ambos parámetros. «Lo importante es que mantengamos estos ritmos de crecimiento», incidió Ramírez, quien apunta que en otras comunidades «con menos viajeros y oferta es más fácil crecer porcentualmente».

Sobre todo, nacionales

Además, el director general de Turismo resaltó que también aumenta la estancia media, que se situó en 2,22 noches de media, algo inferior al promedio nacional (2,73). Consideró que la nueva clasificación de estos alojamientos puesta en marcha (con estrellas) ha sido un «elemento determinante» para la evolución del turismo rural, ya que «ofrece seguridad, garantía de calidad y transparencia, y permite al turista elegir lo que está buscando».

En cuanto a las procedencias, fueron mayoría los nacionales. Más de nueve de cada diez de los llegados para estar en algún alojamiento rural de Castilla y León residían en España. De hecho, desde la Junta el reto «fundamental» se centra e intentar «crecer en turismo internacional», que ahora representa menos del diez por ciento. Consideran, incide Ramírez, que tanto la apuesta como la calidad ofrece motivaciones para quienes buscan otro tipo de turismo distinto al sol y playa o urbano. «Es una oportunidad de seguir creciendo», resaltó.

De los viajeros nacionales, cerca de la mitad eran de Madrid. El segundo puesto lo ocuparon los propios de la Comunidad que optaron por disfrutar de unos días en un alojamiento de la región (16,26 por ciento) y los hubo llegados desde todos los puntos de la geografía nacional. En cuanto a las pernoctaciones, también fueron los madrileños quienes más noches ocuparon las camas de los alojamientos rurales, seguidos por los propios castellano y leoneses. En el tercer puesto, los arrivados desde otro territorio limítrofe como el País Vasco, más del siete por ciento.

Aunque en el cómputo global la cifra de viajeros y pernoctaciones creció en Castilla y León, el comportamiento no fue igual en todas las provincias. De hecho, perdieron Burgos, Salamanca y Segovia, aunque este última es la segunda que más acumuló, rozando los 121.000. Las mayores subidas porcentuales las experimentaron Valladolid (25%) y Palencia (10,8), aunque partían de los números más bajos y aún están lejos de las más dinámicas en este sector.

De hecho, seis provincias de la Comunidad están entre las quince de toda España que más pernoctaciones sumaron el pasado año: Ávila, Segovia, León, Burgos, Soria y Salamanca. Sólo entre las dos primeras acapararon un tercio de las estancias en Castilla y León.

En cuanto al tipo de alojamiento elegido, las casas rurales, que copan la mayoría de la oferta (más de ocho de cada diez establecimientos tienen esta categoría), fueron las que atrajeron a más viajeros, algo más de la mitad, que sobre todo se llenaron con nacionales.

Según la encuesta del INE, se estima que en Castilla y León había el pasado año 3.429 alojamientos de turismo rural (más de dos de cada diez de los localizados en España) con 30.021 plazas (19%), que alcanzaron un grado de ocupación de algo más del 15 por ciento, porcentaje que se duplicó los fines de semana. Daban empleo a 4.535 personas en un sector que en el conjunto nacional ocupó a 23.430.

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