Agricultura

La campaña de riego se prevé mejor, pero también con limitaciones

Los sistemas Pisuerga y Carrión acumulan escasas reservas que impiden que sea normal

Las tierras han empezado a verdear, como en esta parcela sembrada de la provincia de Valladolid F. HERAS

I. J.

Con la mirada dirigida al cielo, la vista pendiente de la evolución de los embalses y la mente intentando adivinar el nivel de los acuíferos. Así están los agricultores, a quienes las últimas lluvias tratan de cargar la esperanza de que la próxima campaña será mejor que la pasada. Eso sí, al partir de una situación de escasez tan extrema, las últimas lluvias, aunque cuantiosas, aún no han servido para garantizar del todo una temporada de riegos normal en el conjunto de la Cuenca.

Será a principios de abril cuando concluya la ronda de reuniones entre la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y las doce juntas de explotación cuyos cultivos beben de los embalses del organismo de Cuenca, pero los datos actuales tras las últimas aportaciones ya presentan una « mejora sustancial a tener en cuenta» en el reparto, en el que también deberá pesar la existencia de nieve en las montañas y la previsión de más lluvias.

Aunque el panorama ya sea mejor que el de hace un año , desde la CHD ya han advertido de que «todas» las zonas de riego tendrán una dotación de agua por hectárea. Un sistema implantado la pasada campaña «que consigue un reparto homogéneo y equitativo entre usuarios de una misma zona, y favorece la autogestión del agua asignada a los titulares de las explotaciones».

Eso sí, hay diferencias en función de los sistemas, pues no todos están ganando líquido al mismo nivel. Las mayores dificultades e «inquietud» se centran en el Carrión y el Pisuerga-Bajo Duero . En el primer caso, los 85 hectómetros cúbicos que suman entre los embalses de Camporredondo y Compuerto (Palencia) están aún «lejos» del promedio de 120 del último decenio, «lo que representa un volumen escaso para llevar a cabo una campaña de riego normal», advierten desde la Confederación.

El mismo panorama se repite en el Pisuerga-Bajo Duero, donde Requejada, Cervera y Aguilar aún están en niveles muy inferiores a la media del último decenio. Entre los tres suman 119 hectómetros cúbicos, lo que supone que no llenan ni el 40% de sus capacidades. Son 22 puntos porcentuales menos que el promedio del pasado decenio, cuando acumulaban más de 200.

Momento clave

En el resto, aunque aún en la mayoría en niveles inferiores a lo que deberían, parece que podrá desarrollarse una campaña similar a la pasada . Así que, pendientes del agua disponible, los agricultores tienen que pensar muy bien qué cultivos elegir. Desde las organizaciones agrarias ya reconocen que hay quien ha optado por dedicar más terreno al cereal, que normalmente consume menos. Las dudas están ahora en el regadío, cuya siembra afronta en este inicio de la primavera el momento clave.

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