El colegio vallisoletano Fray Luis de León, uno de los veteranos, comenzó con las secciones bilingües en el curso 2007-2008
El colegio vallisoletano Fray Luis de León, uno de los veteranos, comenzó con las secciones bilingües en el curso 2007-2008 - F. HERAS
Educación

Bilingüismo: hacia una mejora de su calidad

Superadas las 500 secciones, la Consejería de Educación se ha propuesta evaluar el modelo para paliar sus carencias. Este años se examinará Primaria, y en 2017, Secundaria

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«A plant is a living or not living thing?» [¿una planta es algo vivo?], pregunta la profesora Melina Rellán a sus alumnos de segundo de Primaria del colegio vallisoletano Fray Luis de León. No están en clase de Inglés, sino de Ciencias Naturales (el antiguo Conocimiento del Medio de la Logse). El pasado curso salió de este centro la primera promoción cuya formación ha estado vinculada al modelo de bilingüismo y sus profesores hacen un balance «totalmente positivo», confirma la mencionada maestra, coordinadora del programa, quien orgullosa destaca que «en varias ocasiones han venido profesores de instituto a felicitarnos».

En centros como éste, donde los alumnos hayan realizado ya los seis cursos de Primaria con este modelo de enseñanza, se ha fijado la Consejería de Educación para evaluar el programa.

¿Se está trabajando bien? ¿Qué lagunas presenta?... Son algunas de las preguntas a las que desde el departamento de Fernando Rey quieren dar respuesta una vez superadas las 500 secciones bilingües -en concreto, el próximo curso dispondrá de 598 repartidas en 489 colegios e institutos-. En diez años -el modelo comenzó a implantarse en el curso 2006-2007, aunque una década antes ya nacieron los «centros British»- hemos tenido un crecimiento cuantitativo importante y en estos momentos nuestra preocupación es mejorar la calidad del modelo y ver sus áreas de mejora», sostiene el director general de Política Educativa, Miguel Vega.

F. HERAS
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Según explica, la evaluación partirá de los propios centros, pero también tendrá una parte externa «para que sea válida y neutralizar los efectos negativos». «El balance que hace la Consejería es positivo porque la demanda de los centros y el interés de las familias por el bilingüismo se pone de manifiesto en las cifras, pero en este momento, más que seguir creciendo, nos preocupa mejorar la calidad».

Más nivel sí, pero con tiempo

Para desarrollar las herramientas que permitan esta evaluación, la Consejería está contando con el asesoramiento de las universidades de Valladolid y Salamanca. Este año tienen previsto evaluar Primaria y ya en 2017, Secundaria. La idea es traducir ese «examen» en un informe que dará lugar a una serie de conclusiones y a continuación, elaborar un documento donde se recojan posibles mejoras.

Respecto a estas últimas, una de las medidas que ya está encima de la mesa es la posibilidad de exigir un mayor nivel de inglés a los docentes que imparten asignaturas dentro de las secciones bilingües. Ahora mismo se les requiere tener acreditado un nivel intermedio alto (B2), así que de prosperar esta propuesta pasarían a necesitar el avanzado (conocido como C1 dentro del sistema de acreditación europea). «Es una medida que podría llevarse a cabo solamente si implica la existencia de un tiempo transitorio de adaptación. Evidentemente, cuanto más nivel de idioma tenga el profesor, mejor dará sus clases y mejor transmitirá los conocimientos a sus alumnos», coinciden desde la Universidad de Valladolid, la directora académica del Centro de Idiomas, Nieves Mendizábal, y la jefa de estudios, Marta Sordo. A su juicio, junto a la mejor formación de profesores -no sólo del idioma, sino de la asignatura que imparten en lengua extranjera-, otra de las «claves» sería contar con la presencia de asesores nativos en las aulas de estos centros bilingües.

En opinión de Mendizábal y Sordo, «una sección bilingüe que no cumpla de forma eficaz con los objetivos marcados es contraproducente para los alumnos, pues las deficiencias en los contenidos de las asignaturas se agudizan. Los alumnos no llegan a alcanzar los niveles de la lengua extranjera, pero tampoco aprenden los contenidos de Ciencias, Educación Física, Plástica o Biología, y eso puede llegar a ser muy negativo para el desarrollo de su futuro».

Refuerzo en Infantil

En ello coinciden también los sindicatos educativos. Para el portavoz de SteCyL, Pedro Escolar, el «quid» está en «poner buenos cimientos» en la enseñanza de la lengua extranjera, para lo que ve necesario que la Junta elabore un Plan de Mejora del aprendizaje de otras lenguas que incluya la incorporación en todos los centros de auxiliares de conversación, lectores y profesorado de prácticas nativo; favorezca los desdobles en las clases de idiomas con ratios elevados de alumnos -en torno a los 25-; incorpore el estudio de una lengua extranjera de forma más generalizada en la Formación Profesional y, «fundamental», mejore en la anticipación temprana del uso de la primera lengua extranjera: «Debería darse más peso en Infantil», defiende Escolar.

Hace un tiempo que el mencionado colegio Fray Luis de León lleva poniendo en práctica ese «refuerzo» en Infantil. : «Aunque se establece una hora por ley, nosotros en primero impartimos dos y en tercero, tres horas semanales», detalla Melina Rellán. ¿El resultado? «Se sientan las bases de cara a Primaria y se consigue que no sea tan fuerte el cambio». Allí los profesores trabajan por proyectos, adaptando el material a la «realidad» del centro : «Ahora estamos abordando el cuerpo humano y los Juegos Olímpicos».

Melina Rellán, junto al director Demetrio y la jefa de estudios
Melina Rellán, junto al director Demetrio y la jefa de estudios - F. HERAS

Cuenta esta profesora que desde que el centro comenzó con secciones bilingües el salto ha sido «abismal» en cuanto al uso de nuevas tecnologías y metodologías. «Al principio faltaban muchos contenidos». No obstante, ellos siguen adaptando todo el material porque continúan encontrando «carencias» en los proyectos editoriales. Hasta la fecha están impartiendo en Primaria «Sociales, Naturales y Plástica» -están sondeando si pueden introducir una cuarta-. ¿Y si los niños no se adaptan? -es un centro con una gran mayoría de alumnos inmigrante- «Se hace un desdoblamiento. Ocurre con una minoría, pero se le cursa esa asignatura en su propia lengua».

A pesar de que el Fray Luis de León lleva nueve cursos con secciones bilingües, todavía existe cierto «miedo» en las familias. Rellán insiste en que no pierden contenidos en castellano: «En nuestro centro estamos impartiendo una enseñanza bilingüe real. Tienen su parte en inglés, pero también su refuerzo en castellano». Una de las dudas que suele asaltar a los progenitores es cómo pueden reforzar en casa la docencia si es un idioma que no dominan. Esta profesora insiste: «Nosotros, a través de la web del centro, les volcamos toda la información; luego, siempre se da a los pequeños una hoja de estudio en español e inglés, muy pictográfica». No obstante, insiste, «siempre lo trabajaremos lo suficiente en la escuela».

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Desde la agrupación que aglutina a los padres y madres de alumnos de centros públicos, Confapacal, su presidenta, la zamorana Marina Álvarez, lanza una reivindicación: que los alumnos de estas secciones bilingües tengan algún reconocimiento en la titulación. La Consejería de Educación tiene la intención de contar con todos los sectores de la comunidad educativa a la ahora de abordar las mejoras de este modelo. Por el momento, se está reuniendo con los sindicatos para explicarles en qué va a consistir la evaluación. Miguel Vega reitera que en el análisis del modelo participará «mucha gente», desde las Escuelas de Idiomas a futuros alumnos, además de las propias comisiones organizadas en cada centro. Desde la Consejería son conscientes de que los resultados del programa son «desiguales», motivado también por un ritmo de implantación «secuencial». Por ello, insisten, «primero detectaremos las buenas prácticas y luego las pondremos al servicio del modelo».

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