Antonio Colinas: «Estoy en plenitud y pienso seguir escribiendo mientras razón y corazón me ayuden»

«Sorprendido y emocionado» se confiesa Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946) tras ser distinguido con el XXV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, galardón, que convocado conjuntamente por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, está considerado como el Cervantes de la poesía.

-¿Cómo han sido las horas transcurridas desde que el pasado miércoles conoció que se le había otorgado el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana?

-Han sido horas muy intensas. Mi teléfono no ha dejado de sonar y me ha sorprendido el eco que ha tenido la noticia porque me han escrito poetas incluso desde México y Argentina. Ha sido una respuesta muy entrañable. El premio me ha emocionado y francamente no lo esperaba porque siempre pienso que lo importante es el trabajo, seguir escribiendo y ahora esto viene a reconfirmar este trabajo.

-¿Se ve recompensado?

-Creo que sí. Me encuentro muy satisfecho de mi trayectoria literaria y en un momento de plenitud; espero que mientras razón y corazón me ayuden seguiré escribiendo. Un reconocimiento de estas características a mi edad -acaba de cumplir 70 años- siempre vale una vida. Al margen de la obra, también he pensado estos días en mi vida, en mi apuesta por la palabra, por una vocación y por la literatura y sí me siento recompensado.

-Entonces ¿ha merecido la pena esa apuesta?

-Así lo considero porque cuando uno cree en su vocación o se ve destinado a ella nos sentimos satisfechos por encima de las dificultades, problemas, trabas y yo siempre he sentido desde mi adolescencia una voz en mi interior, que luego se ha proyectado en palabras y en libros. Estoy muy satisfecho de mi vida y de mi obra.

-¿Considera el Premio Reina Sofía como el más importante de los muchos que ha recibido a lo largo de su trayectoria?

-Cada premio es entrañable por diversas razones y siempre han supuesto momentos especiales, pero, seguramente, el Reina Sofía es el más importante por su proyección internacional y porque concurren poesía e Iberoamérica.

-En cierta ocasión dijo usted que el escritor tiene que estar enfermo, moribundo o muerto para que se le trate con cierta dignidad ¿sigue pensando lo mismo?

-Esa expresión nació a raíz de los problemas que tenemos los escritores jubilados con nuestras pensiones que están sometidas a multas, a devoluciones o, como en mi caso, a recortes. Esto es incomprensible porque una pensión es algo inviolable y que se apliquen criterios determinados a personas que cada día están avivando la cultura de este país, muchas veces sin recompensa alguna.

-¿A qué va a dedicar la dotación económica -42.000 euros- del premio que le acaban de conceder?

-Hay que dividir ese premio por la cantidad de días que el autor no cobra nada. En mi caso, acabo de publicar mis memorias que ha sido un trabajo de años, he hecho varios estudios de investigación y al final hay una compensación pero son muchos los días que escribimos por amor a la cultura, a la palabra y a nuestra vocación. Voy a dedicarlo a cuidar un poco de mi situación económica y aunque estoy en un límite de plenitud y de lucidez, pero a la vez es una etapa compleja para nuestros hijos y creo que dirigiré este premio a asegurar mi madurez y la de mi familia.

-¿En qué está trabajando?

- Voy a publicar en unos días la segunda edición de mi «Obra poética completa» que va a aparecer en una edición más accesible con el objetivo de que los lectores de América tengan más fácil acceso.

-¿Cómo ve la poesía en los momentos actuales?

-Está en un momento interesante y en los últimos años los poetas jóvenes se han abierto a varios caminos y eso es bueno. Se hace la poesía más libre, a veces en sentido transcendente y más espiritual frente a lo de antes que era más monocorde, plana y seca.

-Y la situación económica y política, ¿cómo influye?

-Cuando hay crisis la primera, como siempre pasa, que suele pagar y ser sometida a recortes es la cultura. Esperemos que todo vuelva a su cauce, aunque todo depende de la situación política que estamos viviendo que es transitoria y muy delicada, y esperemos que el país vuelva a cauces de normalidad y que salgamos de las situaciones injustas.