Central de Santa María de Garoña, en Burgos
Central de Santa María de Garoña, en Burgos - R. O.
Economía

Alta tensión entre Iberdrola y Endesa ante el futuro de la central de Garoña

Ambas se verán las caras en el seno de Nuclenor, del que participan al 50 por ciento, para decidir si insisten o desisten en reabrir la central

Valladolid Actualizado: Guardar
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Fue su solicitud la que abrió el camino a la reanudación de la actividad en Garoña. Sin embargo, después de que ya hayan recibido el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear y a la espera de si el Gobierno autoriza este paso que la empresa reclamó, Nuclenor parece ahora que no tiene muy claro si quiere o no volver a poner en marcha el reactor de la planta burgalesa. La decisión se tomará hoy en la junta extraordinaria de accionistas en la que se espera una alta tensión entre las dos socias propietarias: Iberdrola y Endesa. Mientras la primera ha cambiado de opinión y optar por desistir con el proyecto, la segunda sería partidaria de seguir adelante.

Sobre la mesa se pondrá hoy básicamente una cuestión económica.

Y es que este es el único aspecto por el que la Iberdrola ha instado a su socia a parar los planes de reapertura. El dinero ya fue un problema en su día, cuando para ahorrarse el pago de un impuesto con el nuevo año se paró el reactor de forma precipitada en diciembre de 2012. Ahora el desembolso que hace replantearse la reanudación es la millonaria inversión que se tendría que abordar de acuerdo con los requisitos que ha reclamado el Consejo de Seguridad Nuclear, unas actuaciones cuyo grueso gordo son las ya planteadas por el CSN en 2014. Éstas ascenderían a más de 150 millones de euros y hacen que la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán vea la operación «inviable» por «pérdidas cuantiosas».

El hecho de que las principales actuaciones a acometer lleven ya más de dos años sobre la mesa y no sean una novedad hace que Endesa se mantenga firme en su pretensión de reabrir. Fuentes del sector cercanas a la empresa explican que ésta entiende que «no ha cambiado nada» desde que solicitaran la renovación de la licencia, por lo que «mantienen el mismo discurso» al no haberse dado «ningún acontecimiento» que «invite» a alterar su «postura», como así lo ha hecho Iberdrola.

De esta forma, a priori parece que no correspondería la petición que Iberdrola le lanzó públicamente en marzo de desistir. Entonces, recriminó a su socia que tratara estos asuntos fuera de Nuclenor y dijo que sólo allí daría su opinión. Hoy quedará desvelada la duda, si bien todo apunta a que no habrá unanimidad en la junta de accionistas y que Endesa insistirá en que todavía se debe conocer la resolución del Gobierno, informa Ep. Así optaría por ver si las condiciones en las que autoriza el proyecto, en el caso de que así sea, le convienen o no, dado que un periodo de vigencia más o menos duradero de la autorización podría permitir o no que la millonaria inversión se amortizara. Con las dos posturas enfrentadas el futuro de Garoña está completamente el aire. ¿Cederá alguna de las dos empresas? ¿Si Iberdrola desiste podría seguir Endesa por sí sola? La respuesta deberá esta clara cuanto antes, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tiene de plazo legal hasta agosto para emitir o rechazar la autorización de reapertura y antes de ello debe consultar a todas las partes implicadas.

Explicaciones a Europa

El alcalde de la pequeña localidad burgalesa de Valle de Zamanzas, Juan José Asensio, solicitó ayer ante la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo que se desmantele definitivamente la central. Ante su petición, se reclamó a la Comisión Europea que envíe una carta al Gobierno español para que aclare si finalmente abrirá la planta. «Tenemos que saber si todos los criterios se cumplen o no, ya que la Comisión Europea aun no ha recibido ninguna notificación sobre la inversión en la planta», ha zanjado la presidenta de la comisión de Peticiones, informa Ical.

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