Sucesos

Alertan sobre el aumento de llamadas telefónicas sobre falsos secuestros virtuales en Valladolid

A varias víctimas se les han exigido cantidades que oscilan entre 1.000 a 10.000 euros para liberar a un familiar, imitando su voz y generando bloqueo y angustia

Valladolid Actualizado: Guardar
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La Policía Nacional alertó este viernes sobre la proliferación de llamadas sobre secuestros virtuales en Valladolid en las últimas semanas sin que se trate de ninguna situación real. Lo que se pretende es llevar a cabo una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas mediante amenazas para que paguen un supuesto rescate antes de colgar el teléfono, según informaron hoy fuentes policiales.

En ese sentido en la Comisaría Provincial se han recibido varias llamadas comunicando falsos secuestros virtuales, mediante una modalidad de estafa telefónica en la que se busca generar una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor. De esta forma se le hace creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata un rescate.

Durante esta semana, se han registrado tres denuncias y el «modus operandi' sigue las mismas pautas, donde los supuestos secuestradores realizan llamadas intentando desde el primer momento intimidar a la víctima. Así, ante su situación de nerviosismo se facilita más información sobre el supuesto familiar secuestrado y se hace incluso más creíble la situación. El objetivo es que, ante frases como «mamá, estoy secuestrado» o «me quieren matar», la víctima no pueda colgar para comprobar la veracidad de los hechos y pague el rescate que oscila entre los 1.000 y 10.000 euros.

La forma de actuar consiste en efectuar llamadas indiscriminadas, preferiblemente a teléfonos fijos, de potenciales víctimas españolas y en el momento en que estas descuelgan les comunican que su hijo-a u otro familiar está secuestrado. Los investigadores apuntan a que cuando una llamada les produce resultados positivos, los delincuentes continúan telefoneando a los números sucesivos.

Acento sudamericano

Para darle más credibilidad a la amenazas, los delincuentes, con marcado acento sudamericano, además de identificarse como miembros de bandas criminales, llegan incluso a imitar la voz de los presuntos familiares secuestrados, imitaciones que duran apenas segundos para evitar que la víctimas, inmersas en un gran nerviosismo por las amenazas recibidas, descubran el engaño.

También recurren a efectos sonoros que despierten terror en los interlocutores y les atenace. De esta forma conducen a sus víctimas a un bloqueo que les impide comprobar la veracidad de la amenaza y la localización de los supuestos rehenes, a no realizar preguntas para las que los secuestradores no tienen respuestas, a no avisar a la Policía y a pagar cuanto antes. Los autores de este tipo de estafas prolongan la llamada durante bastante tiempo con dos objetivos: por un lado evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y por otro conseguir que realice un pago rápido.

Pautas de prevención

Desde hace más de un año, cuando se detecto esta modalidad de estafa, la Policía Nacional ha alertado de estas llamadas y ha difundido periódicamente unas pautas de prevención a través de los medios de comunicación y sus canales en redes sociales. Esta labor de prevención había logrado casi reducir a cero el número de llamadas, pero en última semana parece que otras personas relacionadas con la trama continúan con esta modalidad delictiva con fines lucrativos.

Por ello los especialistas en secuestros y extorsiones de la Policía Nacional insisten: desconfíe de este tipo de llamadas y contacte de inmediato con la Policía Nacional -a través del 091 o en cualquier comisaría- si recibe una de estas comunicaciones desde un número privado o desconocido, nunca facilitar ningún otro número de teléfono, nombres de familiares o cualquier otra información personal.

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