Sociedad

«El 99,9% de los menores no está capacitado para disponer de un móvil»

El psicólogo experto en la prevención del mal uso de las nuevas tecnologías, David Cortejoso, considera «imprescindible» el ejemplo de los padres

Los expertos detectan cada vez se detecta más problemas de intoxicación digital a edades más tempranas ABC

H. DÍAZ

Aislamiento -no sólo en el entorno familiar-, reducción del descanso, alteración de los patrones alimenticios, bajada del rendimiento académico. Y no sólo eso, sino también problemas derivados del mal uso de las nuevas tecnologías como cyberbullying, grooming, sexting... Son sólo algunas de las consecuencia que pueden venir derivadas del abuso o mal uso de los móviles por parte de los jóvenes. Es un problema que además, no entiende de edad; de hecho, cada vez se ha ido adelantando la franja en la que afecta, alerta David Cortejoso, psicólogo experto en la prevención del mal uso en las nuevas tecnologías que este fin de semana ha participado en el primer Campamento de desintoxicación digital organizado por la Diputación de Valladolid . ¿La razón? «Hemos ido adelantando la edad en la que empezamos a darles dispositivos electrónicos y permitirles un acceso a la Red sin una educación adecuada por parte de sus padres y responsables».

«Los padres, sobre todo cuando el joven es más pequeño, tienen que mostrar confianza en él, y empezar a utilizar los servicios de internet y móvil siempre de manera compartida en cuanto a claves, contraseñas, plataformas...»

Recuerda este experto que cuando comenzó a trabajar en este tipo de talleres, la edad que recomendaba para que un adolescente accediera a un móvil eran los 14 años, «primero, porque en muchos de los servicios que hay en España vía internet es ilegal tener una cuenta con menor edad». Pero con el paso del tiempo ha visto cómo ha visto que esta situación ha cambiado de forma «drástica». «No puedo recomendar a los padres que no den un móvil hasta los 14 años porque la marea social les va a arrastrar, así que actualmente les digo que no es una cuestión de edad, sino de capacidad».

¿Pero qué entiende este psicólogo por «estar capacitado»? «Que los padres estén formados en los riesgos y peligros, que exista una herramienta de control parental para ese móvil y sepan las repercusiones legales de lo que puede hacer ese menor con el móvil e internet y que además, se pongan unos límites de horarios, situaciones, consecuencias por el uso irresponsable...» Y en ese sentido, asegura con rotundidad, «en el 99,9 por ciento de los casos no se da esa capacidad».

«Es imprescindible que los padres den un buen ejemplo en el uso de las TIC»

Entre las recomendaciones que David Cortejoso ofrece en sus talleres de prevención del mal uso de las nuevas tecnologías, destaca el «imprescindible» ejemplo que deben dar los padres en cuanto al uso de las TIC: «Debemos enseñar a nuestros hijos a desenvolvernos en el mundo tecnológico desde pequeños». También considera de obligado cumplimiento imponer unos «límites» en esa educación digital. Y fundamental, «ofrecer alternativas de ocio adecuadas a su edad. Si se aparca al menor de manera reiterada delante de un ordenador o un videojuego no podemos esperar otra cosa que no sea que termine abusando de las nuevas tecnologías».

¿Pero hasta qué punto un progenitor debe controlar el móvil de su hijo «Es un debate muy abierto, con sentencias a favor y en contra», admite, y pone el foco en la «confianza»: «Los padres, sobre todo cuando el joven es más pequeño, tienen que mostrar confianza en él, y empezar a utilizar los servicios de internet y móvil siempre de manera compartida en cuanto a claves, contraseñas, plataformas... Luego, una vez que empieza a tener otras edades, ir soltando poco a poco el cable».

«El problema del abuso de las TIC es que no se puede prescindir de ellas y evitar completamente el objeto de la adicción

En los talleres que David Cortejoso imparte lo primero que intenta es concienciar del problema del abuso de las nuevas tecnologías. «Una vez que menores y adultos toman conciencia hay que dotarles de recursos para que vuelvan a reeducarse», añade este experto, considerando, apunta, que «el problema del abuso de las TIC es que no se puede prescindir de ellas y evitar completamente el objeto de la adicción porque vivimos en un mundo en el que son necesarias».

Los centros educativos, «pilar fundamental»

¿Y se consigue reeducar? «Sí, por supuesto. Hay casos más fáciles y más difíciles, dependiendo de la edad y en los menores, también del entorno. Hay casos en los que se necesita más terapia, pero hay otros en los que sólo hace falta una serie de pautas en la familia», que es precisamente, apunta, quien suele recurrir a los expertos cuando ven que ya no pueden afrontar el problema.

No obstante, David Cortejoso también señala a los centros educativos como un «pilar fundamental». «Los padres deberían buscar siempre en ellos sus aliados». En este sentido, destaca cómo estos se han «puesto manos a la obra» y están siendo cada vez más «proactivos» poniendo en marcha programas, por ejemplo, para combatir el ciberbullying.

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