Crimen de Quintanar: a la espera de varias analíticas y un testimonio

La juez que dirige la investigación del crimen de Quintanar de la Orden, en el que Isabel Laureana Cebrián murió brutalmente acuchillada en su domicilio el 11 de enero, está todavía a la espera de recibir varias diligencias y de una prueba testifical relacionada con este asesinato. «El caso está todavía en plena investigación y al finalizar esta fase podría cambiar o no la situación del detenido», afirmó este viernes a ABC el fiscal jefe de la provincia de Toledo, Luis Ibáñez, quien declinó realizar valoraciones sobre este homicidio, que ha convulsionado a los vecinos de este pueblo de 12.000 habitantes.

El secreto del sumario se ha levantado parcialmente, ya que la titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Quintanar de la Orden mantiene aún una pieza reservada, según Ibáñez.

Entre las diligencias que todavía no han concluido, faltan por conocer los resultados de varios informes analíticos sobre muestras de sangre recogidas en el lugar del crimen. Esos indicios deben ser cotejados con la sangre de Javier, el marido de Isabel y único detenido por este crimen, que se encuentra en prisión preventiva en Ocaña. «No puedo decir en estos momentos cuál va a ser la postura de la fiscalía. Dependiendo del resultado de esas diligencias, se valorará la posibilidad de que siga en prisión provisional o no», señaló el fiscal jefe.

Por su parte, el abogado de Javier presentó ayer un recurso para solicitar su puesta en libertad. El marido de la asesinada ingresó en el centro penitenciario de Ocaña el 16 de enero como presunto autor de un delito de asesinato con el agravante de parentesco. «No hay indicios de que Javi pudiera participar en el crimen», afirmó ayer José Bernardino Tello, portavoz de las familias de la víctima y del marido. Sin embargo, el fiscal jefe subrayó que el esposo «está imputado y en situación de prisión porque hay unos indicios».