Los empleados de Tiens desplegaron una pancarta en chino delante de la catedral de Toledo
Los empleados de Tiens desplegaron una pancarta en chino delante de la catedral de Toledo - Ana Pérez Herrera

Toledo, a los chinos de Tiens: «Huan ying peng you»

Se pasean por la Ciudad de las Tres Culturas, en una visita relámpago, los primeros 400 trabajadores de la multinacional del magnate Li Jinyuan. Este sábado llegarán otros 1.500

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Decía Molière que «la improvisación es la verdadera piedra de toque del ingenio». Aunque depende para qué situaciones. Este jueves la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, no se la quiso jugar y apostó fuerte. Se ciñó un abrigo rojo, el color de la buena suerte en China, un acertadísimo guiño para recibir a los primeros 400 empleados de la multinacional Tiens en la plaza del Ayuntamiento, donde estos turistas desplegaron dos pancartas: una en color rojo con un mensaje en chino y otra de color azul saludando a España.

Pero no son los únicos empleados a los que su jefe, el magnate chino Li Jinyuan, les ha pagado una semana de vacaciones en nuestro país. Para este sábado se espera que otros 1.500 se paseen por las calles de la Ciudad de las Tres Culturas en una visita relámpago de apenas tres horas.

La alcaldesa tendrá otra oportunidad de saludar en chino: «Huan ying peng you» (Bienvenido, amigo). Es una incógnita si repetirá en su indumentaria el color rojo, que en China simboliza la animación, el progreso y la belleza, además de la buena suerte.

En las bodas o en las fiestas, la gente adorna las calles y las casas de color rojo, porque tienen la creencia de que este color les traerá buena suerte. Sin embargo, los trabajadores de Tiens que se pasearon este jueves por Toledo se enfundaron camisetas de color azul y se calaron gorros de la misma tonalidad. ¿Por qué? El azul está asociado en China a la naturaleza, la serenidad, el crecimiento y la salud. «¡El cielo, Dios!», resumía Alba, el nombre español de Chen Xi, una de las intérpretes que acompañaban al numeroso colectivo, distribuido en varios grupos.

La alcaldesa y la concejal Rosana Rodríguez se fotografían con algunos de los turistas
La alcaldesa y la concejal Rosana Rodríguez se fotografían con algunos de los turistas - Ana Pérez Herrera

Mientras paseaban por el casco histórico a primera hora de la tarde, Alba traducía en chino a los compatriotas de su grupo la información que le contaba en español y en inglés un miembro de la asociación de guías oficiales «El Greco y Toledo».

Su presidenta, María Jesús González Hornillos, explicaba en la plaza del Ayuntamiento, entre los ruidos de las cámaras fotográficas, que «no es fortuito» que el grupo Tiens haya elegido Toledo. «Ha sido debido a un intenso trabajo de promoción y numerosas negociaciones con los tour operadores. Competíamos con otras ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad y al final el tour operador Pegasus ha tenido la deferencia de pensar en Toledo», aseguraba.

La breve visita de los empleados de Li Jinyuan incluyó la imagen panorámica desde el mirador de la ronda del Valle con el incomparable marco del casco viejo de Toledo a sus espaldas. Quedaron impactados, como les sucedió con la catedral.

También tuvieron unos minutos para ver cómo se trabaja el damasquino artesano y hacer compras. «Con que hagan un gasto medio de 5 ó 10 euros por persona, será un desembolso global importante», deseó la alcaldesa.

Interés mediático

Sin embargo, a algunos comerciantes de la calle del Comercio, la vía por antonomasia utilizada por los turistas que caminan desde la plaza del Ayuntamiento a la de Zocodover, o viceversa, les sorprendió no ver a los trabajadores de Tiens pasar por delante de sus negocios. Cuentan que los anhelados visitantes caminaron, sin embargo, por la calle de Cordonerías, paralela a la del Comercio, que con sus toldos ya huele a Corpus.

Tras el paseo, que levantó un gran interés mediático, los empleados de Li Jinyuan se marcharon a Madrid para dormir. Una pena. No obstante, la alcaldesa de Toledo se prepara para recibir este sábado con su mejor sonrisa a otros 1.500 trabajadores de Tiens. Luego les despedirá seguramente con un «zàijiàn» (adiós, en chino) y la esperanza de que sean unos excelentes embajadores en el país oriental.

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