Cristina López Schlichting en una imagen de archivo en ABC, periódico en el que trabajó
Cristina López Schlichting en una imagen de archivo en ABC, periódico en el que trabajó - ERNESTO AGUDO
ENTREVISTA

López Schlichting: «La respuesta más inteligente sobre la existencia está en la Iglesia»

La periodista de COPE pronuncia este jueves el pregón de la Semana Santa de Toledo.

TOLEDO Actualizado: Guardar
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La periodista Cristina López Schlichting (Madrid, 1965), presentadora del programa «Fin de Semana» en la Cadena COPE, pronuncia este jueves el pregón de la Semana Santa de Toledo. La cita es, a las 20 horas, en el Teatro de Rojas. Schlichting será presentada por su compañero de emisora y jefe de Informativos de COPE Castilla-La Mancha, Cristóbal Cabezas.

—Tengo entendido que en su familia eran católicos pero no muy practicantes, y que usted abrazó la fe en el colegio. ¿Cómo fue?

—Mi casa no era muy diferente a otras casas poco practicantes de España, quizá con el añadido de que mi madre era alemana y se había convertido al catolicismo para casarse. Nosotros no íbamos a misa los domingos, pero mis hermanas y yo teníamos una pregunta religiosa muy profunda, un deseo de saber qué significaba la vida.

Por eso, efectivamente, empecé a interesarme mucho por la Iglesia con las Mercedarias de la Caridad, que fue el colegio en el que estuve en Madrid. Luego, con 18 años, encontré el movimiento católico «Comunión y Liberación» y, definitivamente, mi espacio en la Iglesia.

—El movimiento «Comunión y Liberación» lo fundó el cura italiano Luigi Giussani. ¿Qué fue lo que le atrapó de él?

—Luigi Giussani era un cura de Milán que ya en los años cincuenta se dio cuenta de que los jóvenes seguían practicando, pero que la fe ya no les resultaba relevante. Durante toda su vida, se dedicó a abordar este problema y a dar respuesta al hombre del siglo XXI. Se pregunta si la fe tiene sentido y si es interesante para la vida, y ese planteamiento a mí me fascina. Yo soy profundamente racional y me parece que la emocionalidad no puede ser la respuesta a la fe. Gracias a Giussani comprendí que esta pregunta que yo tenía se la habían hecho muchas personas a lo largo de la historia y que la respuesta más inteligente sobre la existencia estaba en la Iglesia católica.

—¿Cómo vive la Semana Santa?

—Normal. Sigo un vía crucis, acudo a los oficios y vivo particularmente la noche de Pascua. Creo que no existe una liturgia más hermosa en todo el año que la misa de la noche de Pascua.

—¿Qué relación tiene con Toledo?

—Es una relación de enamoramiento. Ya de jovencita era una de mis ciudades favoritas. Estaba cerca y solía ir, en autobús o tren, los fines de semana. Por pura satisfacción. Me gustaba muchísimo el ambiente medieval de la ciudad, las calles que la caracterizan, tan estrechas; los monumentos, las sinagogas, las iglesias, la catedral... Me gustaba, y me gusta mucho, la obra de El Greco. Me parece una ciudad sumamente evocadora y muy impresionante desde el punto de vista histórico.

—En los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la llegada de Podemos, se ha puesto de moda atacar a la Iglesia. ¿A qué se debe?

—La dinámica de estos populismos es la lucha de clases y necesitan dos bandos que se enfrenten porque en esa batalla ellos crecen. Inoculando el rencor, consiguen adeptos. Es muy triste porque este mecanismo ya se aplicó en Europa en los años treinta y en España tuvo consecuencias letales. Aplicar de nuevo esta forma de abordar la realidad es de una falta de misericordia extraordinaria. Podemos tiene un discurso artificial que pretende generar odio. A mí me parece que en España la gente convive de una forma muy natural con las monjas que cuidan a los enfermos de sida, con las parroquias que recogen ropa, con la enorme labor que hace Cáritas...

—Se ha generalizado el tópico de que acudir a misa es un cosa rancia. ¿No cree que buena parte de culpa la tienen quienes acuden regularmente a ella al no haber sabido defender con orgullo sus creencias?

—No solo es el pueblo el que ha abandonado la Iglesia, también es la Iglesia la que ha abandonado a su pueblo. El Papa Francisco tiene razón cuando dice que durante mucho tiempo nos hemos preocupado más en hacer una lista de normas, y en criticar a los que no se adaptaban a ellas, que en explicar el rostro de ese misterio de la vida que buscamos, de esa belleza, y en que Jesucristo te elige con total misericordia y te abraza así como eres.

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