Juanelo Turriano, «estrella» de una exposición en la Biblioteca Nacional
Comisariada por Cinzia Galli y Gema Hernández Carralón, la muestra analiza la figura del creador del Hombre de Palo
«Juanelo Turriano, genio del renacimiento» es el nombre de exposición que se va abrir del 8 de febrero al 6 de mayo en la Sala de las Musas de la Biblioteca Nacional de España (BNE). Comisariada por Cinzia Galli y Gema Hernández Carralón , la muestra es fruto de la colaboración de la Biblioteca Nacional y el Comune di Cremona . Junto a las obras de la Biblioteca podrán verse en ella piezas procedentes de diferentes instituciones cremonesas, así como el busto de Juanelo Turriano atribuido a Pompeo y Leone Leoni que se conserva en el Museo de Santa Cruz (Toledo), recientemente restaurado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
Muy conocido en la ciudad de Toledo por ser el invertor del famoso artificio que lleva su nombre , -que logró acarrear agua desde el río Tajo hasta el Alcázar-, y del popular autómata llamado el Hombre de Palo , Juanelo Turriano, nacido en Cremona en torno a 1500, ha pasado a la historia como una de las figuras más emblemáticas y excepcionales del panorama tecnocientífico de la Europa renacentista, pues encarna el modelo del artesano vitruviano que aúna talento, capacidad y conocimiento técnicos. El Artificio de Juanelo o Ingenio de Toledo fue una máquina diseñada para llevar agua del Tajo a Toledo, salvando un desnivel de más de 100 metros. Fue uno de los grandes inventos del Renacimiento y alcanzó gran popularidad nacional e internacional. La maqueta expuesta fue realizada entre 1965 y 1970, en madera, hierro y latón.
Hábil herrero, relojero de fama universal (lo fue del emperador Carlos V), ingeniero hidráulico genial, matemático de corte e inventor aclamado, Juanelo Turriano experimentó en vida una notoriedad que iba más allá de las fronteras de su ciudad: en los estados de Italia, de Alemania, de los Países Bajos, en Inglaterra y, sobre todo, en los reinos ibéricos, donde fue conocido como Juanelo Turriano ( vivió gran parte de su vida en la ciudad de Toledo ).
Sus contemporáneos celebraron sus maravillosas creaciones mecánicas, llamándolo «segundo Arquímedes» o «nuevo Dédalo». Con el paso de los años, sus grandes creaciones desaparecieron, dejando en las bibliotecas y en los archivos numerosa documentación escrita y en la memoria colectiva un vivo recuerdo, en ocasiones, teñido de los colores misteriosos y engañosos del mito.
La exposición sitúa el inicio de una de las trayectorias profesionales más fascinantes de la mecánica renacentista en su contexto histórico, según ha informado la Biblioteca Nacional. «La historia de un individuo que hoy puede comprenderse mejor gracias a una serie de descubrimientos documentales que permiten además describir toda una época . De este modo, Juanelo será el guía que nos conduzca a través de un momento crucial en la narración de los orígenes de la Modernidad : el momento histórico que algunos, dejándose llevar por la retórica de la época, denominaron 'Edad de lo Nuevo', situada entre el Renacimiento y la Revolución científica. Grandes innovadores como Juanelo Turriano, formados siguiendo el modelo clásico de Arquímedes y Vitruvio, excelentes tanto a nivel práctico como teórico que adquieren en el Renacimiento un rango social más elevado que el de los simples artesanos, convirtiéndose en protagonistas e instrumentos del desarrollo técnico y científico. Turriano se halla en la base de la Revolución científica».
El itinerario de la exposición explica cómo, no obstante su gran talento, el relojero de Carlos V fue un producto de su tiempo y no un genio aislado, y se expondrán las razones por las cuales su figura fue tan importante para sus contemporáneos y lo es aún para nosotros.
La exposición podrá verse, a partir del 8 de febrero, de martes a sábado de 10 a 20 h, y domingos y festivos de 10 a 14 h.
El busto del inventor que se conserva en el Museo de Santa Cruz de Toledo y que forma parte de esta exposición, está hecho en mármol de Carrara, y el pasado mes de diciembre fue trasladado al Instituto del Patrimonio Cultural de España para su estudio, documentación y restauración. Los trabajos han estado a cargo de Ana Laborde Marqueze , especializada en el tratamiento de materiales pétreos.
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