El gimnasio «en un principio era descubierto. Había cuerdas para trepar, espalderas para hacer ejercicio, aparatos para salto, colchonetas para judo y defensa personal», cuenta el coronel José Luis Isabel Sánchez
El gimnasio «en un principio era descubierto. Había cuerdas para trepar, espalderas para hacer ejercicio, aparatos para salto, colchonetas para judo y defensa personal», cuenta el coronel José Luis Isabel Sánchez - LIBRO: «LA ESCUELA DE GIMNASIA DE TOLEDO»
MUNICIPAL

Auge y ocaso del gimnasio de San Lázaro

Construido en los años veinte y perteneciente a la Escuela de Gimnasia, lleva abandonado desde que Defensa vendió el terreno al Ayuntamiento de Toledo

TOLEDO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El general José Villalba Riquelme (Cádiz, 1856-Madrid, 1944) fue director de la Academia de Infantería de Toledo y el 29 de diciembre de 1919, como ministro de la Guerra, firmó una real orden por la que se creaba la Escuela Central de Gimnasia en la ciudad imperial. Una de las instalaciones que se levantaron al amparo de la escuela fue el gimnasio de San Lázaro, estos días de actualidad porque el Ayuntamiento va a invertir 99.000 euros en rehabilitarlo, después de llevar décadas abandonado. Esta es la historia de su auge y ocaso.

«Se construyó en la década de los veinte y en un principio era descubierto. Había cuerdas para trepar, espalderas para hacer ejercicio, aparatos para salto, colchonetas para judo y defensa personal», dice José Luis Isabel Sánchez (Salamanca, 1940), coronel y miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo

. En la misma década se añadió el techo y «luego se construyeron las paredes y a ellas se fijaron las espalderas», añade el historiador.

Sobre el gimnasio de San Lázaro existe la creencia de que es el más antiguo de Europa. ¿Mito o realidad? El coronel Isabel lo explica con sencillez: «La Escuela de Gimnasia de Toledo se considera la madre de la educación física en España. En aquellos tiempos, la educación física no tenía importancia en la sociedad civil. Solo la practicaba quien quería, y estos eran los que tenían dinero, que a su vez eran los que tenían tiempo libre. En el Ejército de a pie, en cambio, la educación física era necesaria. ¿Es el gimnasio más antiguo de Europa? Pues de eso se puede dudar, pero el sentido (de esa creencia) era darle protección cuando, muchas décadas después, iba a ser derribado».

El techo del gimnasio de San Lázaro fue añadido en los años veinte, la misma década en la que se cosntruyó. En la imagen, un equipo de fútbol de la Academia de Infantería de Toledo
El techo del gimnasio de San Lázaro fue añadido en los años veinte, la misma década en la que se cosntruyó. En la imagen, un equipo de fútbol de la Academia de Infantería de Toledo - RODRÍGUEZ

La Escuela Central de Gimnasia nació «con problemas económicos». «De tal forma que el general Villalba dijo que todos los medios y profesores serían de la Escuela de Infantería», recuerda José Luis Isabel. Y eso fue así hasta que el 5 de junio de 1930 otra real orden «dispuso que la Escuela Central de Gimnasia funcionase como centro de enseñanza independiente a partir del primero de julio próximo», según se explica en el libro «La Escuela de Gimnasia de Toledo», escrito por Manuel Vinuesa Lope e Ignacio Vinuesa Jiménez.

Tocado pero no hundido

Llegó la guerra civil y el gimnasio «no fue destruido, pero tuvo muchos desperfectos», según el coronel. Acabada la contienda, el 23 de octubre de 1939 la escuela pasó a llamarse Escuela Central de Educación Física porque «el conjunto de enseñanzas que se daban en ella era más amplio que la mera gimnasia», explican Manuel e Ignacio Vinuesa en su libro sobre las razones del cambio de nombre. Sin embargo, en el imaginario popular siempre fue la Escuela de Gimnasia.

En el libro también se cuenta que, en la década de los cuarenta, «desde el coronel director hasta el último soldado» trabajaron en la reconstrucción de la escuela. Por aquella época, al gimnasio de San Lázaro se le añadió una tribuna para espectadores. Y no sería la última mejora: en los años sesenta cambiaron el piso y la techumbre, y luego, justo antes del abandono, se instaló la calefacción por aire caliente, se volvió a renovar el piso y se acondicionó una sala con máquinas de fuerza y musculación.

A lo largo de las décadas, el piso del gimnasio fue renovado varias veces, se instaló la calefacción por aire caliente y también una sala con máquinas de fuerza y musculación
A lo largo de las décadas, el piso del gimnasio fue renovado varias veces, se instaló la calefacción por aire caliente y también una sala con máquinas de fuerza y musculación - LIBRO: «LA ESCUELA DE GIMNASIA DE TOLEDO»

En 1985 el Ministerio de Defensa vendió el terreno donde se ubicaba la escuela al Ayuntamiento. Poco a poco, la mayoría de las instalaciones se trasladaron a la Academia de Infantería y el gimnasio de San Lázaro iba a ser derribado. Pero entonces «alguien debió advertir» que era el más antiguo de Europa. Así que «lo mantuvieron en pie, pero abandonado. En un principio estuvo abierto, por lo que la gente se metía; luego taparon las ventanas…», recuerda el coronel Isabel.

Voz de alarma

Con el paso del tiempo y la inacción de los políticos, el gimnasio se fue degradando más y más, hasta el punto de que ya en 2011 la asociación vecinal «La Verdad» alertó de su penoso estado, evidente desde la calle.

Durante la pasada legislatura, Izquierda Unida, entonces en la oposición, planteó recuperar el gimnasio como «espacio cultural», pero su propuesta cayó en el olvido. Y así siguió San Lázaro, abandonado y cada vez en peor estado, hasta que el Ayuntamiento, gobernado ahora por PSOE y Ganemos, ha decidido rehabilitarlo, aunque todavía no sepa qué hacer con él. Algo es algo.

Ya en 2011, la asociación vecinal La Verdad alertó del penoso estado del gimnasio. Años después, IU planteó convertirlo en un «espacio cultural», pero la propuesta cayó en el olvido
Ya en 2011, la asociación vecinal La Verdad alertó del penoso estado del gimnasio. Años después, IU planteó convertirlo en un «espacio cultural», pero la propuesta cayó en el olvido - ANA PÉREZ HERRERA
Ver los comentarios