Alfonso González-Calero - ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

El primer cervantista manchego

Juan Calderón fue también el primer periodista protestante español

Alfonso González-Calero
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Ya contábamos con una biografía anterior de este interesante personaje, paisano nuestro, debida al primero de los autores de este libro, y publicada por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan (CR) hace ahora 20 años, en 1997.

Pero dado el escaso (por no decir nulo, salvo en los círculos afectados) conocimiento acerca del mismo debemos dar la bienvenida ahora a este nuevo tomo, que se divide en dos mitades: la primera de ellas nos ofrece una muy pormenorizada aproximación a Juan Calderón, a sus avatares vitales, su obra literaria y su obra teológica; mientras que la segunda nos ofrece algunos textos suyos tales como su Autobiografía; la Respuesta de un español emigrado a la Carta del padre Areso y una selección de textos de otra obra clave del autor: Cervantes vindicado en 115 pasajes.

Juan Calderón nace en Villafranca de los Caballeros (TO) en 1791, hijo de un médico ilustrado y de una mujer natural de Alcázar. La familia se traslada pronto a Los Yébenes (TO) y de ahí al pueblo natal de la madre, donde se desarrollará buena parte de la educación del futuro escritor. Este, con apenas 15 años, ingresa en un convento de la orden franciscana, más para continuar su formación y por complacer a su madre que por auténtica vocación. Sigue dichos estudios primero en Alcázar; seguidamente en Murcia, donde se respiraba un ambiente algo más abierto y liberal, y después en Valencia, donde se familiariza con los ilustrados franceses. Terminada la Guerra de la Independencia, Calderón vuelve a su convento de Alcázar (si bien con enormes dudas sobre la ortodoxia católica) y permanece en él hasta 1821, año en el que se exclaustrará definitivamente. Tras la vuelta al absolutismo de Fernando VII, Calderón decide exiliarse a Francia, concretamente a Bayona, donde las personas que le auxilian le ponen en contacto con los círculos protestantes (muy activos entonces) de esta zona. Tras su conversión a la Iglesia reformada Calderón se dedicó a la enseñanza y publicó algunas obras gramaticales y artículos en diversas revistas protestantes.

Junto con el también exiliado Blanco White, forman la pareja más representativa del periodismo protestante español.

Tras una corta estancia en España, Calderón vuelve a Francia brevemente y de allí pasa a Londres donde residirá hasta su muerte, en 1854. En esta nueva etapa publicará una nueva revista «Catolicismo neto» redactada prácticamente solo por él; dicha publicación tendrá notable influencia en la formación de núcleos protestantes en varias ciudades españolas.

Calderón destacó como «innovador y perspicaz filólogo, cultísimo humanista, excelente helenista, traductor del Nuevo Testamento, un buen paleógrafo, etc».

Además de todo ello, nuestro paisano fue un destacado cervantista como demostró en su trabajo Cervantes vindicado, parte del cual se reproduce en este libro y que no apareció hasta después de la muerte del autor.

En cuanto a los autores de este notable trabajo, Ángel Romera Valero es profesor de Enseñanza Media en Ciudad Real y ha publicado numerosos trabajos sobre historia de la prensa española, de literatura en Castilla-La Mancha y sobre escritores españoles emigrados en el siglo XIX. Por su parte José Moreno Berrocal es presidente del Consejo Evangélico de CLM y pastor de la Iglesia evangélica de Alcázar de san Juan.

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