Lugar para el reencuentro (46): Por amor a la palabra. Aforismos III y colofón con haikus

Las palabras son nuestros antepasados: honrémoslas.

La buena literatura es la que hace ver al lector la fundamental diferencia entre lo importante y lo banal.

Una sola palabra adulterada es ya una puerta abierta a la injusticia.

Acercarse a la literatura a través de la teoría literaria es como celebrar una fiesta por correspondencia.

Quien violenta el lenguaje violenta el mundo. Quien envilece el lenguaje envilece el mundo. Quien destruye el lenguaje destruye el mundo. Quienes descuidan del lenguaje permiten a los anteriores salirse con la suya.

Para conocer a fondo una época es necesario un estudio de las palabras que santifica y de las palabras que demoniza.

El pensamiento de los grandes, perdido en una desfavorable Historia, termina llegando a las manos indicadas como la carta largamente extraviada.

Todo sectarismo destruye el lenguaje y sobre sus escombros construye un grotesco amasijo de palabras a las que les ha extraído el alma.

Los pájaros son el recuerdo cotidiano de la atadura que nos une a la tierra diariamente. Son el espejo en el que se refleja esa distancia, siempre irreconciliable, del hombre con su piel. Ellos son desconocedores de todas las palabras que inventamos nosotros para poder volar.

Palabra y ave

viajan en el viento,

comparten ala.

Luz que se acerca

bañando la palabra:

llega el poema.

Libro y anillo

redondez y palabra:

el infinito.

Néctar adentro

liba el lenguaje el lirio

del pensamiento.