José Luis Gil

«Interpretar a Cyrano es una experiencia maravillosa con la que he sufrido mucho»

El televisivo actor llega al Teatro de Rojas este viernes y sábado con «Cyrano de Bergerac», montaje que le está reportando las mejores críticas

El actor se mete en la piel de Cyrano de Bergerac, obra con la que se sube al escenario del Rojas Ayuntamiento de Almería

F. RAMÍREZ

Maño de nacimiento, madrileño de adopción, el actor José Luis Gil (Zaragoza, 1957) llega este fin de semana al escenario del Teatro de Rojas convertido en «Cyrano de Bergerac», un espadachín moderno de enorme nariz, que maneja como nadie las palabras. Gil es más conocido como Juan Cuesta , el presidente de la comunidad en la serie televisiva «Aquí no hay quien viva» , o como Enrique Pastor en «La que se avecina», aunque lleva un gran bagaje a sus espaldas. Empezó de muy niño a interpretar y lleva realizando doblajes de películas desde la década de los 70, actividad que ha compaginado con el teatro, el cine y la televisión, medios en los que su voz y su figura se han hecho muy populares.

Gil reconoce en esta entrevista con ABC que subirse al escenario del Teatro de Rojas «me llena de una ilusión tremenda» , porque sabe que el público toledano es fiel seguidor del teatro clásico. Va a poder disfrutar con este cyrano , al que ha sentido «en cada verso, en cada situación, porque me ha recorrido el cuerpo y la mente· . El resultado lo comprobarán los espectadores que acudan a las dos funciones que ha programado el Rojas (a las 20.00 horas). «Espero embarcarles conmigo en una oleaje de emociones cuando me vean salir como este inolvidable personaje, lleno de palabras poéticas y con ganas de lucha».

-¿Cuándo surgió la idea de Cyrano de Bergerac?

-Estaba interpretando «Si la cosa funciona», de Woody Allen, dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, que también me dirige en Cyrano. Entonces hablamos de la próxima comedia que queríamos hacer, aunque reconozco que no me apetecía hacer lo mismo, sino representar algo que me llenara mucho más. La gente me preguntaba: «¿Pero qué quieres hacer?» Y siempre respondía: «Pues un cyrano». Aunque era consciente de que es un personaje que requiere mucho esfuerzo y, sobre todo, que tenía que ser un proyecto que pudiéramos asumir.

-¿Qué supone para José Luis Gil meterse en la piel de Cyrano de Bergerac?

-Es una experiencia maravillosa. Es muy ilusionante porque es arte dramático, que se ha desarrollado con una naturalidad pasmosa. Hasta que termina la función, todo es una aventura. Sales a vivir la vida de Cyrano : intensa, profunda, detrás de un personaje enmascarado, detrás de una nariz que le hace ser un pretencioso brillante a la hora de escribir y que posee un mundo interior tremendo. Y el resultado ha sido apabullante, porque el público descubre a un hombre lleno de vida.

-¿Ha sido un reto interpretarlo?

-No me lo he tomado nunca como un reto. Me lo he tomado siempre como algo que no iba a ser fácil, incluso físicamente, porque requiere de cierto esfuerzo adicional. Es una obra que vale mucho la pena. Meterse en las botas de Cyrano es muy bonito. Con este personaje sufro mucho, pero también disfruto muchísimo, porque la obra no deja de ser un recorrido por los sentimientos de cualquier persona enamorada. Pero también sobre la arrogancia y la valentía de afrontar su vida a través de cualquier limitación

-¿Qué diferencia esta obra de otros clásicos?

-Este es un clásico muy moderno. Es un clásico casi contemporáneo porque se desarrolla en el siglo XVII, aunque nos traslada a un tiempo más remoto. Cuando se estrenó, en diciembre de 1897, la gente acogió la obra como un clásico. Y es así porque habla de temas de siempre: del amor, de las ganas de vivir sufriendo o de sufrir enamorado. Un amor frustrado en un entorno muy concreto. Son muchas cosas. Cyrano tiene lo que tienen las obras clásicas. Es la madre del cordero porque están ahí la comedia, el drama y la tragicomedia. Lo tiene todo y ese ha sido el logro del autor, Edmond Rostand, con esta novela. Creo que es una obra que se debería estar representando constantemente.

-¿Y qué representa para José Luis Gil llegar a Toledo con esta pieza teatral?

-Una ilusión tremenda porque los espectadores están muy acostumbrados a ver teatro clásico. Además, Toledo tiene un teatro precioso y llegamos en un momento fantástico para nosotros. Vamos cargados de energía y tenemos ganas de representar este Cyrano , que esperamos le guste al público toledano.

-¿Puede encontrar el público rasgos de Juan Cuesta o de Enrique Pastor en Cyrano?

-Cyrano tiene de todo. Es un clásico en el que hay comedia, vodevil y donde hay partes más dramáticas. Evidentemente, es un personaje que pasa por todo los códigos interpretativos y que debo usar para interpretar a un cyrano completo. Y eso se verá porque salgo al escenario a por todas y a disfrutar de este personaje.

-Finalmente, teatro, cine, actor de doblaje y uno de los rostros más conocidos de la televisión, ¿en cuál se siente más cómodo?

-Procuro sentirme cómodo en lo que hago, porque es la única manera de sacar un rendimiento profesional. Creo que uno empieza a hacer bien su trabajo, cuando consigue desprenderse bastante de los personajes y empiezas a ver qué quieres hacer y cómo los vas a construir. Evidentemente, donde más he disfrutado es en el teatro. Ahí se produce una magia, quizá por la inmediatez. Salir al escenario y tener al público enfrente: los oyes respirar, reír y llorar, y eso es mágico, para bien o para mal. Lo que se vive en el teatro no se puede vivir en otro medio, y eso es maravilloso.

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