Una vaquilla de Interés Regional

La localidad ciudadrealeña de Chillón ha celebrado la fiesta de «La Vaquilla», que se remonta a 1582

Momento del recorrido de «La Vaquilla» por las calles de Chillón ABC

M. CEBRIÁN

El cineasta Luis García Berlanga nos hizo reír a todos con sus numerosas comedias. Y, entre ellas, cómo no recordar «La Vaquilla», en la que un grupo de soldados republicanos en el Frente de Aragón se infiltra en la zona del bando nacional durante la Guerra Civil. Su objetivo es raptar a la vaquilla que será utilizada en la fiesta taurina de un pueblo sublevado, en un intento simultáneo por conseguir comida y terminar con los festejos.

Salvando las distancias y los años, otro pueblo, Chillón, en la provincia de Ciudad Real, acaba de celebrar la pasada semana la fiesta de «La Vaquilla» . Yeste año con más motivo, pues esta festividad, que se celebra todos los años y que se remonta a 1582 , ha obtenido la declaración de Interés Turístico Regional por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha.

La delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Olmedo, asegura que se trata de un «reconocimiento más que merecido», pues «esta celebración de la vida a través de la muerte como viene a representar la vaquilla es única en Castilla-La Mancha con un arraigo importante que se pierde en los años y, la parte más importante, que es la implicación del pueblo».

La delegada destaca la labora desarrollada por la Hermandad de San Roque, que tiene precisamente su exponente más popular en esta fiesta de «La Vaquilla», que se celebra los días 13 y 14 de agosto de cada año en homenaje al santo y patrón de la villa, cuya fiesta solemne tiene lugar dos días después.

El alcalde de Chillón, Jerónimo Mansilla, señala también a sus vecinos como «auténticos artífices de este título por méritos propios», y agradece al Gobierno regional el haber hecho posible una distinción tan singular que «contribuirá de forma decisiva a la promoción turística y cultural de nuestro pueblo».

Mansilla explica el origen histórico de esta festividad, que se remonta al año 1582, cuando Chillón se vio azotada por una peste y como remedio se acordó tomar por patrono a San Roque .

Desde entonces la fiesta de «La Vaquilla» constituye la pieza más rica del folclore chillonero, en la que todos los hermanos de la Hermandad de San Roque van ataviados a la vieja usanza con trajes de colores variopintos, con chaquetilla y calzón cortos, calzas blancas y zapatillas bordadas con oro de canutillo, y un sombrero de paño adornado con una ancha.

28 hermanos y «la abuela»

La hermandad está compuesta por 28 hermanos y «la abuela», en recuerdo del número de personas o familias que, según cuenta la tradición, sobrevivieron a la peste del año 1582-83 .

«La Vaquilla», en sí, según la describe el alcalde, es un armazón de madera que simula el cuerpo y cabeza de una vaca con su cornamenta, mientras que el cuerpo va cubierto con cuero o skay, con la cara del animal pintada en la parte frontal.

El hermano que la lleva se la coloca sobre la cabeza y trata de imitar los movimientos de la vaca en una alegoría de lo acontecido y el recorrido que ésta hace por las calles del pueblo en la noche del día 13 no es sino una clara alusión a cómo la peste se había enseñoreado del pueblo.

Según relata Carmen Olmedo, el acto que se celebra en la mañana del día 14 con la muerte fulminante de la vaquilla a manos del «Capitán» recuerda «el cese instantáneo de la peste ante la aparición de la imagen del santo traída de Toledo , y el baile de la bandera es expresión y símbolo de júbilo popular por la milagrosa curación».

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