Alfonso Cortina, empresario y propietario de la bodega
Alfonso Cortina, empresario y propietario de la bodega

Pago de Vallegarcía celebra diez años de buenos vinos

La bodega ciudadrealeña de Retuerta del Bullaque aprovecha su 10º aniversario para lanzar una nueva añada de «Hipperia», su vino tinto emblema

Toledo Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El 14 de septiembre de 2006 el Rey Juan Carlos I inauguró las instalaciones de la bodega Pago de Vallegarcía, enclavada en los Montes de Toledo, la cordillera más antigua de la Península Ibérica. Ahora cumple su décimo aniversario, y lo hace con una nueva añada de «Hipperia», el vino tinto emblema de la firma.

Elaborado a partir de una cuidadosa selección de la finca, «Hipperia» está elaborado a base de Cabernet Sauvignon, variedad de uva que le aporta estructura, fuerza y capacidad de envejecimiento, además de Merlot, Cabernet Franc y Petit Verdot. Un vino que, según su nota de cata, es de nariz compleja en la que aparecen frutos negros y especias, mientras que en boca es fresco y sabroso, con buen equilibrio.

Con un reposo de 12 meses en barrica nueva de roble francés, este vino tiene unas propiedades organolépticas que, según los especialistas, propicia que pueda combinar bien con los platos de carne tanto asados, estofados o a la parrilla, con carnes de caza, con legumbres y con quesos curados.

El artífice de este gran proyecto vitivinícola es el empresario Alfonso Cortina de Alcocer, quien en 1997, movido por su gran afición a los grandes vinos de Burdeos y de Borgoña, encargó al reconocido viticultor australiano Richard Smart la plantación de un viñedo en un terruño cuyos orígenes se remontan al periodo Precámbrico, hace más de 600 millones de años.

imagen

El primer viñedo se plantó en 1999 y la primera cosecha se obtuvo en 2001. Las cepas se asientan sobre un suelo con un enorme potencial, una vocación vitícola que no tenía antes de la llegada de Pago de Vallegarcía, terreno que destaca por su gran riqueza cinegética y gran valor ecológico, al encontrarse junto al Parque Nacional de Cabañeros.

Alta calidad

«Nuestra filosofía como bodega es elaborar vinos naturales de muy alta calidad, de composición equilibrada a partir de uva de nuestro pago, vendimiado a mano en el momento óptimo de maduración y con aptitud para la crianza en barrica y el envejecimiento en botella», explica Alfonso Cortina.

Los vinos de Pago de Vallegarcía se elaboran en su totalidad con uvas de viñedo propio. «Hemos optado por las variedades francesas más clásicas y de reconocida calidad», explica el propietario, quien ha querido plasmar su conocimiento de los caldos franceses dando a sus vinos el carácter propio del pago. El resultado, según señala, es «un Viognier exótico y único, un Syrah potente y expresivo y, por último, un Gran Vino de Pago elegante, fino y complejo por el aporte de las variedades Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Petit Verdot.

Ver los comentarios