Orissón y Oretano renacen como mejores nuevos vinos de 2016

Los «International New Wine Awards» han reconocido a los dos vinos del nuevo proyecto vitivinícola «La Encomienda», de Valdepeñas

Toledo Actualizado: Guardar
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Cuando en el siglo III a.C. el guerrero y régulo íbero Orissón poblaba la llanura manchega, poco se podía imaginar que veintitrés siglos después se convertiría en un vino. Y no un en uno cualquiera, sino en uno de los mejores nuevos vinos premiados en los «International New Wine Awards» de 2016. Pero este no es el único pesonaje de esa época que ha renacido dentro de una botella, ya que Oretano, otro vino tinto crianza del joven proyecto vitivinícola «La Encomienda» de Valdepeñas, consiguió una medalla de plata en este mismo certamen.

La Encomienda es una empresa vitivinícola que nació en Valdepeñas en 2015, aunque el sueño de crearla, de sus dueños, Gregorio y José López de Lerma y José Luis del Olmo, comenzó en 2011, cuando estos apasionados del vino adquirieron una parcela en un enclave mágico y único, justo al lado del Cerro de las Cabezas.

Por allí pudieron pasar posiblemente Orissón y Oretano, ya que el yacimiento arqueológico ha sacado a la luz el poblado íbero puro más importante.

Esta familia de viticultores apostó por este lugar y, gracias a la tradición vinatera de Valdepeñas, empezaron a cultivar en su parcela 140 hectáreas de viñedo en espaldera en las que producen 14 variedades de uva diferentes cuyo destino principal son las bodegas de la zona. Pero, pronto sus propietarios fueron conscientes de las múltiples posibilidades que podría tener su proyecto. «Esta idea queremos que se convierta no solo en el proyecto de una familia, sino en el propósito de un pueblo», explica a ABC el viticultor de «La Encomienda», Gregorio López de Lerma.

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De este modo, en primer lugar, decidieron comenzar a elaborar vinos de autor únicos y singulares que prestigiaran esta comarca. Y, por otro lado, y lo más importante, es la vinculación de la marca Orissón -premiada con un Gran Oro en los «International Wine Awards» de 2016- al Cerro de las Cabezas. Para ello, se elaborarán 4.000 botellas de este vino cuyo beneficio se donará para el desarrollo, conservación y mantenimiento de este yacimiento arqueológico.

«Con esta medida pretendemos por una parte desvelar los secretos que esconde este maravilloso enclave que nos permita conocer algo más de nuestra historia como pueblo y como país y por otro lado generar una fuente de riqueza para la zona por las posibilidades que ofrece el turismo cultural», afirma López de Lerma.

El vino se cultiva en una parcela única en ese enclave mágico y telúrico, como es el Cerro de las Cabezas, muy diferente a la morfología típica de la llanura manchega. Se encuentra en una ladera con una pendiente del 17% rodeada de 400 hectáreas de bosque mediterráneo primigenio en suelo granítico de origen volcánico, lo que confiere al vino un carácter y singularidad que lo convierten en un producto exclusivo.

La elaboración de ambos vinos corresponde a la añada del 2014 y se elaboró de forma externalizada, pues «La Encomienda» no cuenta con instalaciones propias adecuadas para dicho fin. La producción del viñedo apenas llega al 1,5 kilogramos/cepa y el vino se elaboró con los cuatro variedades que se cultivan en la parcela: Tempranillo, Merlot, Syrah y Cabernet Franc tiene una crianza de 10 meses en barrica nueva de roble francés.

Por lo que se refiere a la nota de cata, el vino Orissón 2014 -Tempranillo (40%), Merlot (10%) Syrah (15%), Cabernet Franc (15%), Cabernet Sauvignon (20%)- destaca por su envolvente color rojo picota cubierto con ribete azulado; por sus aromas a fruta escarchada, licor de cereza, pimiento verde y monte mediterráneo. De paladar intenso, agradable de taninos pulidos bien maduros, es un vino armónico.

Y, en relación al Oretano 2014 -Tempranillo (40%), Merlot (30%), Syrah (15%) y Cabernet Franc (15%)- es un vino de atractivo color rojo picota intenso con ribete amoratado, aromas a fruta roja escarchada, licor de cereza, notas especiadas, a monte bajo mediterráneo y con un fondo mineral y un paso de boca amable, aunque intenso y de grato y prolongado recuerdo, lo que invita a seguir disfrutando en la copa.

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