¿Se imaginan una antena de telefonía en un yacimiento arqueológico?

Un vecino del pequeño pueblo de Luzaga, en la Serranía de Guadalajara, denuncia que la torre se instalará cerca de un antiguo poblado celtíbero

Vista del pequeño pueblo de Luzaga, en la Serranía de Guadalajara
Mariano Cebrián

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¿Se imaginan una antena de telefonía en un yacimiento arqueológico? Pues ese artefacto es lo que se pretendía instalar en municipio guadalajareño de Luzaga (67 habitantes), donde la empresa Telecom Castilla-La Mancha tenía previsto colocar un dispositivo de este tipo en el yacimiento de «El Castejón» , donde se encuentran las ruinas del antiguo poblado celtíbero de esta pequeña localidad de la Serranía de Guadalajara.

Quien dio la voz de alarma fue Alfredo Melero Sánchez, propietario de una vivienda de Luzaga colindante con la zona donde se pretendía instalar una antena de telefonía de 20 metros de altura. Llevaría también su correspondiente base de hormigón en el yacimiento de «El Castejón», declarado «Ámbito de Protección Arqueológica» y protegido por la Ley del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha.

«Esta situación de desamparo del patrimonio cultural y arqueológico es más grave, si cabe, cuando el propio Ayuntamiento de Luzaga dispone de terreno público suficiente alrededor del núcleo urbano del municipio para elegir otro emplazamiento. Sin embargo, los intereses económicos de la empresa instaladora, habitual en la contratación con la Junta de Comunidades, priman sobre el interés público de protección del patrimonio de todos», declara a ABC Alfredo Melero.

Esta persona no vive allí habitualmente pero dice que va a la casa que tiene en el pueblo «siempre que puede». El 13 de marzo remitió a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes un escrito en el que solicita al Gobierno de Castilla-La Mancha que deniegue la autorización para la instalación de la antena.

Acuerdo con permiso

Estos hechos denunciados han sido desmentidos por el Ayuntamiento. Fuentes municipales informan de que, en un principio, la compañía telefónica eligió un terreno cercano al yacimiento arqueológico de «El Castejón», situado en un alto, debido a que era la zona óptima para llevar el servicio de telefonía. Pero luego se decidió estar más cerca del pueblo por indicaciones de técnicos de Patrimonio de la Junta.

Este argumento coincide con el de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. Fuentes de este departamento explican que «no se está actuando sin permiso de Patrimonio , pero hay problemas con la titularidad de la parcela seleccionada inicialmente y, por eso, se va a buscar otra ubicación».

«Se está comprobando si hay restos arqueológicos en la nueva zona elegida y esperamos las autorizaciones pertinentes, tanto de Medio Ambiente como de Patrimonio. Si dan el visto bueno, posteriormente el Ayuntamiento dará la licencia de obra». Así se expresa el secretario municipal, Ángel Arroyo Berniches, quien señala a ABC que ahora se ha presentado el expediente y se está realizando la tramitación, y después, si obtiene el visto bueno, se abrirá un periodo de alegaciones para que la persona que tenga alguna queja, se pronuncie.

Cerca de su vivienda

«Parece ser que este vecino que se queja de la instalación de la antena de telefonía en el yacimiento ahora lo hace porque se instalaría cerca de su vivienda. A lo mejor, lo que hay que hacer es derribar su casa para saber si allí también hay restos arqueológicos», comenta irónico el secretario del Ayuntamiento de Luzaga.

Pero Alfredo Melero Sánchez lo tiene claro e insiste en sus críticas, repartiendo culpas entre el Ayuntamiento y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. A su juicio, «el consejero -en referencia a Ángel Felpeto- debería responder de esta tropelía pues él tiene encomendado por ley la defensa del patrimonio cultural y no permitir el deterioro y destrucción del yacimiento que se pretende por el alcalde de Luzaga -José Luis Ros Maorad, exsenador y exdiputado del PSOE, y expresidente de Caja de Guadalajara.

Lo que sí es cierto, según reconocen desde el Ayuntamiento, es que toda esa zona está llena de restos arqueológicos. «A lo mejor se permitirá si justo en el espacio donde se debe instalar, que es muy poco lo que se necesita, no hay restos de importancia. La compañía ha dicho que, si puede, se hará allí; si no, no lo hará y el pueblo se quedará sin la antena», afirma el secretario municipal, quien aclara que el pueblo cuenta con otra antena telefónica, eso sí, de peor calidad. Ya se verá si el desarrollo tecnológico es compatible en Luzaga con los hallazgos arqueológicos iniciados por el marqués de Cerralbo en 1911.

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